Cáritas Arciprestal de Antequera con motivo de la celebración del Nacimiento de Jesús, presenta la Campaña “¿Qué haces con tu hermano?”. En el marco de la nueva campaña institucional “Ama y vive la justicia”, Cáritas centra su mensaje en una invitación a construir una fraternidad comprometida, que tiene su raíz en nuestra condición común de ser personas de una sola familia humana, con la misma dignidad y derechos. Caritas trabaja actualmente con más de 1.600 familias en Antequera.
Estamos llamados a <<desear, buscar y cuidar el bien de los demás>> (Evangelii Gaudium, 178. Papa Francisco). En este primer año de campaña queremos preguntarnos con valentía y que la sociedad que nos rodea se pregunte: ¿Qué haces con tu hermano? ¿Qué hacemos con nuestros hermanos y hermanas?
No es un juicio, es una llamada urgente que nos interpela y nos rescata de ser cómplices en la indolencia; es una llamada a vivir volcados en la realidad que vivimos, en la de las personas que ven recortados sus derechos cada día y que busca conmovernos y movernos ante las injusticias cotidianas de un estilo de vida cómodo y superficial.
Con la campaña “Ama y vive la justicia”, emprendemos un camino hacia las fuentes, a las raíces de nuestra esencia e identidad, para recordarlas, actuar en consecuencia, ser presencia activa y un referente en valores en la sociedad, especialmente en este tiempo en el que las personas parecen haber perdido valor.
La dignidad de las personas y sus derechos, el trabajo por la justicia y el papel fundamental y trascendente de la comunidad cristiana en la transformación real de los diferentes ámbitos sociales, tanto en la dimensión nacional como internacional, son los ejes principales de esta campaña, que desde el anuncio de la esperanza también queremos denunciar todas las situaciones de injusticia que viven las personas más vulnerables de nuestro entorno.
Nuestra dignidad humana no nos permite ocuparnos sólo de los nuestro, ni dejarnos indiferentes ante el derroche de los poderosos y el hambre de los pobres. Según el Informe del Observatorio de la Realidad Social del equipo de Estudios de Cáritas Española en octubre de 2013, el 20% de la población más rica en España concentra 7.5 más riqueza que el 20% más pobre.
Analizando nuestra época, está marcada por las desigualdades sociales, la pobreza, el hambre, la pérdida o deterioro de derechos,… La exclusión de las personas y las familias más pobres crece de forma escandalosa. Los ricos son más ricos y los pobres son más pobres, más numerosos y con menos derechos. Millones de personas han quedado tiradas, “descartadas”, excluidas, en la cuneta de nuestra sociedad, de nuestro mundo.
Y no sólo eso, también asistimos a una <<globalización de la indiferencia>>, como denuncia el Papa Francisco: “la cultura del bienestar, que nos lleva a pensar sólo en nosotros mismos, nos vuelve insensibles a los gritos de los demás, nos hace vivir en cómodas pompas de jabón. Nos hemos habituado al sufrimiento del otro, no nos concierne, no nos interesa, no es asunto nuestro”.
Partiendo de la realidad que estamos viviendo en Antequera, queremos resaltar que:
1. Esta sociedad de consumo nos ha llevado a una incorrecta administración de los bienes materiales y naturales, y esto está afectando a lo esencial de la persona. Desde nuestra perspectiva, ni el consumismo ni la adquisición de bienes gananciales da la felicidad, al contrario, pero las familias que atendemos ven afectadas su integralidad por no tener cubiertas las necesidades básicas. La brecha social se hace cada vez mayor en toda España y las diferencias entre unas familias y otras son cada vez más notables. Así lo constata el VII Informe Foessa que señala que las personas en exclusión social han aumentado del 16,3% en 2007 al 25,1% en 2013. En Andalucía es preocupante el porcentaje de personas en exclusión severa, que alcanza al 13,1% de la población, mientras que en el resto de España es del 10,9%.
2. Los bienes materiales no van unidos a la dignidad y que esta no depende de ellos. Por tanto, “todos los seres humanos viven libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como está de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” (Declaración Universal de los Derechos Humanos artículo nº1). Con esto queremos denunciar que el sistema económico actual mata, no queremos una economía de la exclusión y la desigualdad. Esta realidad está afectando a las familias que atendemos. En los últimos años, estamos percibiendo un considerable aumento de familias que nunca han tenido la necesidad de solicitar ayuda. De 2011 a 2012, siguiendo la tendencia de años anteriores en toda la provincia de Málaga, ha aumentado en un 13% el número de familias atendidas en las Cáritas Parroquiales de Antequera. En la actualidad en Antequera, estamos acompañando a 1617 familias en las siete Cáritas parroquiales existentes (San Miguel, San Juan, la Trinidad, el Salvador, San Sebastián, San Pedro, Santiago).
3. Los cambios producidos a nivel estatal hacia los trabajadores, están afectando a los derechos y condiciones laborales. Desde nuestras atenciones percibimos, que la situación es bastante negativa en relación al mercado de trabajo, con menos empleo y más paro. El empleo que se genera es de carácter temporal, con salarios más bajos, y en muchas ocasiones, las personas se ven abocadas por su situación, a aceptar trabajos que no reúnen unos requisitos legales mínimos, o incluso llegando a aceptar empleos sin contratos, con sueldos irrisorios.
4. Observamos, además, las limitaciones que tienen los Servicios Sociales Públicos para atender la gran demanda existente. Las Cáritas Parroquiales se convierten en buena parte de los casos, en la única alternativa posible. La mayoría de las atenciones que realizamos, sobre un 82% se destina a cubrir necesidades básicas como suministros de luz y agua, alimentación y vivienda.
Ante esto, proponemos:
No podemos vivir indiferentes ante la situación difícil y dramática que están viviendo muchas personas en Antequera, no podemos hacernos cómplices de estas situaciones injustas, ni nos podemos dejar cegar por los brillos de las luces de una Navidad consumista. Todos desde nuestra situación personal, desde nuestra realidad, nos podemos plantear ¿qué puedo hacer yo, por poco o insignificante que parezca, para hacer una sociedad más justa? Ante esta cuestión, podemos
colaborar con nuestro tiempo o materialmente, compartiéndonos o compartiendo lo que tenemos, y responder así ante la llamada desesperada de nuestros conciudadanos para que puedan vivir con dignidad.
Todos podemos construir un mundo mejor lleno de esperanza, en el que todas las personas nos miremos vestidos desde la misma dignidad, por encima de creencias, ideologías, etnias, lenguas culturas, y así que podamos restablecer la relación entre nosotros y con el mundo, desde el amor y la justicia. Por eso desde Cáritas Arciprestal de Antequera, realizamos una llamada a ser en común, porque nada de los humano no es indiferente, porque todos somos responsables de todos.