El Ayuntamiento sigue trabajando con todos sus medios en la eliminación de la plaga de la cochinilla del carmín.Durante los últimos días se ha estado fumigando sobre ejemplares afectados en la carretera de El Jadramil y en la Peña, por debajo del Paseo de Boliches.
Con estas fumigaciones se pretende eliminar a la mosquita blanca, rompiendo su ciclo vital, que es de tres semanas. Aun así, arrancar y enterrar las tunas sigue siendo el método más efectivo para acabar con las molestias que ocasiona el diminuto insecto.
Una pala retroexcavadora continuará con esa tarea tan pronto como sea posible.
De esta forma, la Delegación de Medio Ambiente va combinando distintos recursos para acabar, dentro de sus posibilidades, con la plaga. A esto se comprometió el equipo de Gobierno hace unos días, cuando recibió a una veintena de hosteleros del casco antiguo en el salón de plenos para hablar de este asunto.
Ya posteriormente, ha trascendido el elevado coste que trae consigo el tratamiento contra la plaga, ya que el Ayuntamiento tiene que pagar un alquiler diario de la maquinaria, el equipo arqueólogo que tendrá que intervenir sobre el yacimiento y el gasto en la indumentaria específica que requieren los trabajos en las chumberas; “miles y miles de euros”, señalaba el alcalde.