El teatro municipal Olivares Veas será escenario de la Pasión de Cristo de la mano de un hombre que vuelve para contar su Verdad. Seguro que su visión de la Semana Santa de Arcos es una proyección tan sentimental como literaria dada la naturaleza y la vocación de una persona sensible ante el mundo y ante sus semejantes.
Pedro Sevilla, el eterno muchacho de la calle Molino nacido a las puertas de la década de los sesenta, el poeta de Arcos, regresa para mirar a Cristo, a las hermandades, al ejercicio de la penitencia que tiene su sentido en el día a día, a las calles de su pueblo blanco que tanto inspiran, y una mirada al corazón del hombre, a la Duda y a la fe como sinónimo de esperanza.
Por lo pronto, gracias a la Taberna San Pedro, a escasos metros de su vivienda, Pedro Sevilla ha sido condecorado de algún modo estos días recibiendo la significativa corbata de pregonero, cuyo organizador ha querido que fuera de color negro por el sentido luctuoso de la conmemoración.
En el acto, el pintor arcense y jerezano Pepe Rojo presentó su obra cofrade de este año, un bello cuadro de Cristo que viene a incrementar su ya de por sí amplísima creación. Se sumaron desde la presidenta del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Mari Nieves Sánchez, hasta las delegadas municipales de Turismo y Participación, Ana Carrera y Saray Soria; y el delegado de Fiestas, Raúl Lozano, pasando David Romero, capataz del paso de la Virgen de la hermandad del Silencio, para presentar la simbólica entrega.