Después de cuatro años de haber llevado una candidatura cien por cien ciudadana al Pleno municipal, la formación Arcos en Común, en la que se han integrado distintas sensibilidades, desaparece como proyecto político. Lo hace con sus luces y con sus sombras, posiblemente por la ausencia de un equipo compacto que hubiera dado continuidad a esta alternativa política, pero también por las ocupaciones cotidianas de sus integrantes que difícilmente dejan espacio para la implicación política. En su caso, forma parte del equipo técnico de la Fundación de Solidaridad Amaranta, en Algeciras. Sin embargo, Arcos en Común se va con la conciencia tranquila de haber intentado ayudar al desarrollo de la ciudad desde un prisma de igualdad, sostenibilidad y de solidaridad con el territorio.
Su máxima responsable, la única concejal y portavoz del grupo municipal, Susana Pérez, analiza estos cuatro años de apoyo al Gobierno socialista, pero también de colaboración desde la independencia como ha quedado patente en más de una ocasión en el Pleno cuando ambas formaciones han expresado sus diferencias...
No deja de ser una lástima que se frustre un proyecto político que contó con el entusiasmo inicial de sus componentes y que aupó a Arcos en Común al Ayuntamiento ...
–Cuando hago estas declaraciones no sé con certeza si habrá confluencia entre IU y Podemos para una candidatura, así que tampoco me he podido posicionar políticamente a la hora de apoyar un nuevo proyecto político. Pero, en el terreno personal, me he sentido muy limitada para el ejercicio político al encontrarme trabajando en Algeciras, donde he fijado por este motivo mi residencia.
¿Qué balance haría de estos cuatro años en el Ayuntamiento?
–Cuatro años, efectivamente, con más sombras que luces respecto a la gestión municipal. Creo que ha sido un experiencia personal bonita de la que he aprendido mucho. Tengo un sentimiento de agradecimiento, pero, insisto, he tenido muchas limitaciones. Aquí no se acaba todo, pues, aunque esté proyectando mi vida profesional, me gustaría retomar un proyecto político en el futuro. Es muy triste ver cómo se han gestionado los recursos públicos. Ha sido como una especie de bola que han generado los distintos equipos de gobierno. La falta de transparencia ha brillado por su ausencia, y ello ha provocado el desconocimiento absoluto de los ciudadanos respecto a determinados temas. Ha habido también una falta total de interlocución con la ciudadanía, lo cual se puso de relieve en la memoria del Defensor. He denotado con gran frecuencia cómo se ha intentado sacar rédito político de las diferentes gestiones, y cómo ha habido en ocasiones más preocupación por hacerse la foto... Habrá cosas que se hayan solucionado, pero lo que más me preocupa es que no haya una estrategia de desarrollo para Arcos. En este sentido se ha trabajado a salto de mata, para tapar boquetes... Lo urgente no ha dejado ver lo importante. Creo que Arcos debe saber adónde queremos ir, qué queremos hacer, de qué queremos vivir...; es decir, una estrategia de desarrollo real cuyo estudio se podría haber contratado porque no valdría tanto; una estrategia que ponga en el centro del desarrollo nuestros recursos y el talento de nuestros vecinos y vecinas.
¿Se va con el sentimiento de haber realizado un buen trabajo en la oposición, apoyando y yendo en contra de algunos proyectos en base a sus ideas?
–Pienso que la presencia de Arcos en Común en el Pleno le ha dado una cierta frescura a la política municipal, mostrando que es posible hacer otro tipo de política que no es desde el interés partidista e incluso personal. Creo que hemos puesto siempre al ciudadano en el centro de nuestras políticas. Hemos solucionado asuntos sin hacernos fotos, desde un problema de baches en la calle hasta la lucha para que no se cobre el cánon autonómico de agua porque no cumple su objetivo... Hemos hecho lo que hemos podido, aunque tal vez sin el impacto deseado. Como anécdota, sí he denotado una gran confianza hacia nuestro grupo, e incluso personas del PSOE nos han instado a llevar temas al Pleno...
¿Tiene la sensación de haber dejado, digamos, huérfana a la izquierda con la desaparición de Arcos en Común?
–En nuestro proyecto no nos gusta hablar de izquierda y de derecha, pues hemos reunido a personas de distintas sensibilidades, aunque, lógicamente, marcamos nuestras propias líneas rojas. Empezamos como un proyecto para aupar a los ciudadanos en la toma de decisiones, pero tampoco teníamos un claro objetivo de progresar como partido político. Nuestro objetivo era más social que el éxito político.
Usted se ha implicado estos años especialmente con el movimiento feminista. Ahora, como Arcos en Común, convocan de nuevo a la sociedad para unas jornadas ...
–El próximo 6 de abril tenemos las jornadas ‘Feministas y de pueblo’ con distintas ponencias y conferencias de un gran interés con grandes expertas en género, para terminar con una pequeña convivencia en el molino Valdespino, donde también tendrán lugar las conferencias. La idea es poner en valor los aportes que las mujeres de los pueblos han hecho a lo largo de la historia desde el silencio y el trabajo diario en el campo y en la casa. Todo también desde la óptica del feminismo andaluz, que es una nueva teoría que impulsa Mar Gallego, que será precisamente una de las ponentes de las jornadas.
