Diego Albertos Villalba/ J.A. Benítez
La cuarta de las hermandades arcenses en hacer estación de penitencia fue una vez más la de San Antonio. A las seis de la tarde del Martes Santo abrió sus puertas la parroquia de San Francisco para permitir la salida procesional de los pasos del Señor Atado a la Columna, la Virgen de la Paz y el prioste. Fue precisamente la imagen del santo la que abriría el desfile portando su vara de hermano mayor perpetuo.
Otra de las imágenes claves de la carrera fue la presencia en la procesión de la onzuria de armaos con sus espectaculares movimientos.
El Señor Atado a la Columna salió este año con corona de espinas y potencias de plata de ley, un sudario de antiguos bordados y un campo de lirios morados y cardos.El acompañamiento musical corrió a cargo de la banda de cornetas y tambores de las Tres Caídas. Tras el Señor Atado a la Columna, el imponente palio de María Santísima de La Paz, que lució este año su traje blanco por las calles de Arcos. Como estreno, llevó una nueva toca de cubremanto plateada. Su exorno floral estuvo compuesto por rosas blancas, helechos verdes y statis morados, así como orquídeas blancas. Su acompañamiento musical fue tarea de la banda municipal de música Vicente Gómez Zarzuela.
La hermandad puso fin a su recorrido alrededor de las doce y media de la noche, con un tiempo que respetó la estación penitencial de principio a fin.