El artista afincado en Arcos Willie Márquez instalaba recientemente sus llamados ‘Hilos de Hierro’ durante las fiestas navideñas en el nuevo espacio ‘Botánico’ de la Cuesta de Belén, en el casco antiguo de Arcos. Junto a Massimo Barbieri y Sergio Calvillo, promotores de este recuperado espacio público, decidió alegrar con arte las calles de la ciudad, dando vida a los balcones a base de su obra plástica, escultura y juego de luces.
En esta ocasión, sus ‘Hilos de Hierro’ aparecen en el lugar aprovechando las paredes aún desnudas, para jugar con las luces “como una partícula”; luces que, “sofisticadamente, se retuercen siguiendo el camino de la intuición”. Al liberar la grafía característica de su obra, en un espacio fuera del lienzo, el artista permite que fluyan y aparezcan volúmenes vacíos. “Se respira un contraste entre la libertad de las esculturas al iluminarse el recuperado muro del casco histórico, la dureza del hierro y el vacío del espacio”.
Esta obra se puede ver iluminada todos los días entre las 19.00 a 22.30 horas, una ocasión para “sorprender a los viandantes con su alegría e ingenio”, señala el artista que ha encontrado en Arcos como tantos un lugar para inspirarse.
Después de su periplo por Ibiza, esta obra es parte principal de su taller de ideas, de su casa estudio (WM Art House) . El artista estuvo en el verano pasado en las playas de Tarifa junto al proyecto ‘Carbones 13’. Fruto de su experiencia, en breve presentará en otros lugares de la provincia su colección inspirada en la costa gaditana.
Detrás de Willie Márquez está José Manuel Abraham Márquez Vega (1968), un jerezano que ha producido la mayor parte de su obra entre su ciudad natal, Ibiza y Madrid. A pesar de enmarcarse en la pintura, se autodefine como un artista de gran inquietud creativa que explora otras disciplinas como la joyería, la escultura, el vídeo, la fotografía, la moda y el diseño.
Ha colaborado con firmas como Svarowski, Osborne, Cook Play, Pacha, Timberland, Majoral o Hugo Boss, y con artistas como Josemi Carmona, Pepe Habichuela, Antonio Vega, Ketama, Niña Pastori, Tomasito o Dave Holland. Narra en su biografía que Cecilia Sarli llegó a bautizarlo como “El artista de los artistas porque sus cuadros visten las paredes de las casas de muchos artistas reconocidos de este país”.
Márquez considera que se ha hecho a sí mismo como artista y ha trazado su propio camino dentro del mundo del arte. Su transversal pasión por la cultura le ha llevado a menudo a la creación de espacios y de eventos donde no solo exponer su obra, sino además congregar a artistas, músicos y bailaores.
Concurridas noches de puertas abiertas en su propio estudio, encuentros de poesía, música y pintura o las míticas Noches Flamencas de Ibiza, han sido algunas de las iniciativas de este artista tan proclive a una incesante actividad cultural y social.
En 2020 Willie Márquez celebraba sus 25 años de carrera como artista. Hoy vive en Arcos una etapa de madurez en su obra, donde explora, “de una manera más libre”, sus intereses plásticos y su expresión más íntima.
Márquez asegura que persigue “progresivamente lo esencial, una pureza y una lógica cada vez más propia y personal donde el disfrute y el juego libre se convierten en lo primordial”. En definitiva, un momento vital y artístico más sosegado en el que recoger los frutos de una ya dilatada trayectoria”.