Este viernes 26 de julio, José Sanjuán dará su último concierto en el Paseo Marítimo, desde donde se despedirá de la que ha sido su Asociación Cultural Banda de Música de Barbate para disfrutar de su merecida jubilación. Éste será su último homenaje de la banda que ha dirigido con pasión y compromiso durante más de dos décadas.
Buenas José, cuéntenos, ¿cuándo y cómo comenzó tu relación con la Banda de Música de Barbate?
Todo comenzó hace 25 años, cuando Barbate enfrentaba un problema pesquero y llegaron subvenciones al Ayuntamiento. Yo había propuesto la creación de una banda y una escuela de música, y el proyecto gustó mucho. Aprovechamos la llegada de esos fondos para iniciar el proyecto. Estuvimos unos meses trabajando en ello antes de que llegara el dinero de la Comunidad Económica Europea. Cuando finalmente llegó, se decidió incluir la banda y la escuela de música como parte de los proyectos financiados. El Partido Popular, que gobernaba en ese entonces, apoyó la iniciativa. Sin embargo, los fondos se agotaron a los seis meses. Para ese entonces, el proyecto ya había tenido tanto éxito que muchas personas, incluidas las hermandades, se opusieron a que terminara. Gracias a su apoyo, logramos que el Ayuntamiento continuara financiando el proyecto. A mi compañera Pepi y a mí nos ofrecieron un contrato que se fue renovando cada seis meses, y así fue como surgió la banda.
¿Qué te inspiró a dedicarte a la música?
Desde niño, siempre tuve el gusanillo de la música. Comencé tocando la guitarra en el colegio y en el instituto. Participaba en carnavales y tocaba en todas partes. Tras mi servicio militar, decidí que la música era lo que realmente me apasionaba, aunque sabía que era un camino difícil. La titulación en música es larga, alrededor de 15 a 18 años. Afortunadamente, en mi época, el plan de estudios del '66 redujo este tiempo a 10 años para obtener el título de profesor. Mientras tanto, había montado un videoclub, ya estaba casado y tenía hijas. Pero no dejé de lado mi sueño. Dejaba a mi esposa en el videoclub, iba al conservatorio, volvía a Barbate y me ponía a estudiar piano. Fue un esfuerzo constante, pero siempre supe que la música era lo que realmente me gustaba.
¿Cuándo te convertiste en el director?
No me convertí en director de la banda porque tuviera un título específico para ello. En realidad, no existe un título de “Director de Banda de Música” como tal; lo más cercano sería el de dirección de orquesta. En nuestro caso, yo tenía la titulación del conservatorio y mi compañera Pepi era maestra. Dado que yo tenía la titulación más alta, asumí el rol de director. Ambos teníamos la misma categoría profesional, nos catalogaron en la categoría C. No sé exactamente cómo ocurrió, pero así fue. Al final, me convertí en director porque fui el más lanzado y tenía la titulación más alta, no porque existiera un título específico para ello.
¿Cuáles han sido los principales desafíos que has enfrentado en tu papel como director?
Uno de los mayores desafíos fue montar la banda desde cero. Partíamos sin ningún conocimiento previo, así que el Ayuntamiento compró una serie de instrumentos. Las Hermandades también nos apoyaron, asegurándose de que el Ayuntamiento continuara con el proyecto. Tuvimos que enfrentar el problema de enseñar a todos los miembros desde cero. Empezamos tomando ideas de diferentes lugares hasta que finalmente logramos formar una banda. Fue un momento crítico que logramos superar.
¿Qué legado crees que dejas ?
Mi legado es mi esfuerzo al 120%. He dado todo lo que podía y más, intentando mantener la mejor relación posible con todas las personas que han pasado por la banda. He tratado de dar lo mejor de mí en todo momento, esforzándome al máximo para contribuir al crecimiento y éxito de la banda.
¿Qué consejo le darías a los miembros actuales y futuros de la banda?
Sí, hay un mensaje primordial que quiero dejarles: manténganse unidos, formen una piña. No dejen la banda, porque es algo muy bonito y gratificante. Recibirán el aplauso del público y verán lo valioso que es este esfuerzo. Tenemos un espectáculo el día 26, que será mi despedida como director. Lo único que les pido es que sigan adelante, que no abandonen la banda. Si no pueden ensayar hoy, vengan mañana, y si no pueden asistir a un concierto, asistan al siguiente, pero siempre apoyando y poniendo el hombro. Esa es la satisfacción que quiero ver. Yo tengo dos hijas que están en Madrid, y mi vida estará más centrada allí, con mis nietos y mi familia. Pero me encantaría regresar a Barbate y ver a los mismos músicos que dejé, junto con los nuevos que se sumen. Por favor, apoyen este proyecto, manténganse unidos y sigan adelante con la banda.
Te despides de la banda... ¿qué planes tienes?
En septiembre, me operan. Es una cirugía delicada, por lo que pasaré un tiempo en Madrid sin poder venir. Afortunadamente, mis hijas y mi yerno son músicos, y mi yerno es miembro de la Banda Municipal de Alcobendas. Me han facilitado una llave para acceder a un piano en la escuela de música allí, lo cual es una maravilla. Voy a tocar piano y me desahogo con la música. La música es una parte esencial de mi vida y no puedo dejarla. Como vi el otro día en televisión, un pintor de 90 años seguía pintando; el arte es algo que no se puede dejar fácilmente. Ya sea tocando la guitarra, el piano o dirigiendo, la pasión por el arte es algo que permanece para siempre.
¿Qué crees que será lo más difícil de dejar esto atrás?
Lo voy a pasar mal, porque he dedicado 25 años de mi vida a esto, dejando la piel en cada ensayo y concierto, tratando de hacerlo lo mejor posible y asegurándome de que la banda siguiera adelante. Sé que echaré de menos todo esto, pero la vida tiene etapas, y mi etapa con la banda está llegando a su fin.
¿Cómo ha influido la música en tu vida personal y profesional?
En mi vida profesional, la música lo ha sido todo. He dejado todo por ella. En mi vida personal, siempre he estado relacionado con la música, ya sea tocando en el colegio o estudiando en casa. Mis hijas también son músicas, las dos clarinetistas; la menor conoció a su marido en la banda en Madrid. A veces, cuando están ellas aquí, me dicen: “Papá, vamos a ponernos a tocar esto o aquello”. Entonces, cogemos las partituras y nos ponemos a tocar juntos. A veces, nos juntamos los cuatro: mis hijas con los clarinetes, mi yerno con el trombón, y yo al piano. Aunque el trombón no encaje del todo, logramos hacer algo bonito. En Navidad, nos reunimos y echamos un buen rato todos juntos.
¿Cómo has visto la relación entre la banda y el pueblo de Barbate a lo largo de los años?
El pueblo de Barbate siempre nos ha querido y apoyado mucho. Ya sea en procesiones, conciertos o pasacalles, la gente siempre se ha volcado con la banda. No tengo más que agradecimientos para este pueblo y su gente.
¿Qué esperas para el futuro de la banda y de la música en Barbate?
Espero lo mejor para la banda. Quisiera volver a Barbate un día, y ver una banda aún mejor y más grande que la que dejo. Espero que siga creciendo y ofreciendo lo mejor para el pueblo.
¿Hay alguien a quien te gustaría agradecer especialmente su apoyo?
Sí, aquí hemos sido dos compañeros, Pepi y yo, y siempre hemos contado con el apoyo mutuo. Si te refieres a músicos y relaciones personales, Pepi ha sido mi apoyo desde el minuto cero. Claro, hemos tenido nuestras discusiones y peleas, como es natural cuando se trabaja tan estrechamente con alguien durante tanto tiempo. A lo largo de estos 25 años, hemos compartido muchas historias y momentos difíciles, pero también muchas alegrías. Mirando hacia atrás, creo que nuestra relación ha sido positiva. No se puede pasar tanto tiempo junto a una persona sin tener altibajos, pero al final, hemos logrado mantener una buena relación y sacar adelante el trabajo juntos.
Y por último José, ¿hay algún mensaje final que te gustaría compartir con los lectores y con la población de Barbate?
Quiero animar a todos a que manden a sus hijos a la escuela de música. Allí se educa mucho y se aprende la importancia de la constancia y el orden. La música inculca valores importantes y los resultados se ven en los conciertos. Agradezco de corazón a todo el pueblo de Barbate por su apoyo a la Banda Municipal de Música, todos estos años, y deseo que sigan apoyándola siempre.
