Floatel Trafalgar, la empresa que ha ganado el concurso para la explotación turística del faro de Trafalgar, estima que podría abrir sus puertas al público en "entre tres y cuatro meses" desde el momento en el que obtenga la concesión definitiva y los permisos de obras correspondientes.
Así lo ha indicado a Europa Press Miguel Ramos, uno de los socios españoles de Floatel --socio mayoritario y con amplia experiencia en la gestión de hoteles en faros-- para este proyecto, que se desarrollará en pleno tómbolo de Trafalgar, enclavado en el término municipal de Barbate (Cádiz), en el marco del programa 'Faros de España' de Puertos del Estado.
Según ha explicado, asumen "con paciencia" la tramitación del proyecto, que es "lenta" debido, entre otras cuestiones, a que el espacio está en Dominio Público Marítimo Terrestre, y a que en la parcela hay una torre almenara medieval que está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC).
Así, necesitan informes favorables del Ayuntamiento de Barbate, que ya les ha comunicado que el proyecto se ajusta al PGOU y no tendrán problemas por esa vía; así como de la Consejería de Cultura --principalmente por la intervención en la torre almenara y el vallado perimetral en la zona de afección del BIC--, de Costas --por la carretera de acceso al faro, asegurando que buscarán una solución imaginativa y no invasiva para los aterramientos que se producen habitualmente-- y de la Consejería de Medio Ambiente.
A esta última tienen que presentarle un "minucioso" estudio de impacto ambiental que incluye, entre otras cuestiones, un estudio de calidad del cielo nocturnos, de ruidos, aguas residuales, paisajismo, etcétera. Una vez entregado, la Consejería tiene hasta ocho meses para resolver.
Resuelta toda la tramitación, ésta debe remitirse por parte de la Autoridad Portuaria Bahía de Cádiz (APBC) al Ministerio de Fomento y Puertos del Estado para que, una vez den su visto bueno, sea remitida al Consejo de Ministros y se autorice así a la APBC a otorgar la adjudicación definitiva de la concesión, que es por 30 años prorrogables otros diez.
Por ello, Ramos ha indicado que no se atreven a aventurar una fecha, aunque tienen claro que, una vez resueltos los trámites y obtenidos los permisos de obras correspondientes, sólo precisarían de "tres o cuatro meses" para acometer las actuaciones previstas y abrir sus puertas al público.
EL PROYECTO
Según ha explicado, están trabajando "por encima incluso de los requerimientos de Medio Ambiente" para que el proyecto sea "completamente sostenible". Su máxima es "mejorar el entorno e intervenir lo mínimo para dejarlo de la manera más parecida posible a como está ahora", lo que, además, aporta "encanto" para el usuario de este tipo de alojamientos, que "busca estar en un sitio remoto, apartado, sentirse como en el fin del mundo"
El proyecto tiene dos vertientes: una hotelera y otra cultural. En el primer apartado se enmarcan los tres apartamentos turísticos "de alto standing" que se acondicionarán en los 400 metros cuadrados de lo que hoy son las dos casas de farero.
La vertiente cultural viene de la mano de que el faro de Trafaltar "no es un faro cualquiera, sino que tiene evidentes connotaciones de la Batalla de Trafalgar". Por ello, el proyecto implica un Centro de Interpretación de la Batalla --en tres pequeños módulos de madera que se ubicarán en el Patio de la Batalla, en cuyo suelo lucirá la línea de batalla-- y un Centro de Interpretación de los Faros.
En este sentido, ha señalado que han conseguido encontrar una solución para que, respetando la zona técnica para el funcionamiento del faro, el visitante pueda observar su funcionamiento y subir al faro, "vivir esa experiencia" y disfrutar de "unas vistas incomparables a 55 metros sobre el nivel del mar".
Además, promoverán un triatlón, un concurso de relato marítimo y una regata anual con final en Barbate y salidas desde Cádiz y Gibraltar. La idea es celebrar la regata el 21 de octubre, fecha en la que tuvo lugar la batalla.
SINERGIAS CON EL ENTORNO
Su objetivo es hacer de este proyecto "un reclamo turístico" del pueblo de Barbate, creando sinergias con la economía de la zona, y todo ello "con respeto máximo al medio ambiente y al entorno". Tanto es así que el 'check in' se realizará en algún establecimiento hotelero cercano, se facilitará un parking a los huéspedes en un lugar de la zona, y luego se pondrán a su disposición bicicletas o unos vehículos eléctricos para que puedan acceder al recinto.
Otra de las cuestiones destacada por Ramos es que han planteado una hostelería "muy básica" de bebidas y 'snacks' con la idea de "minimizar al máximo el residuo". No obstante, hay posibilidad de, previa reserva, celebrar algún evento de pequeño formato. Para ello se contaría con un catering de la zona, que "una vez termina se lleva incluso la basura", de manera que se minimiza el residuo y se repercute en la economía local.
Además, el proyecto pretende aportar una serie de mejoras a este espacio, como la limpieza de escombros y pintadas del entorno de la concesión, un proyecto de ahorro de agua y solución para las aguas residuales, e incluso aportar "un centro de aviso" en la zona conocida como la Aceitera --una zona de baño peligrosa en los alrededores del faro--, contando además con un equipo de rescate básico y posiblemente con personal formado en ayudas y emergencias.
Ramos ha incidido en que están trabajando de forma paralela a la tramitación, con la idea de tenerlo "todo listo" para actuar "inmediatamente" desde que tengan la concesión y los permisos de obras. Además, al ser una intervención "mínima" precisarán sólo de unos tres o cuatro meses para abrir al público, tanto para el que se hospedará allí como para aquellos que quieran visitar los centros de interpretación.
Cabe señalar que la inversión de Floatel rondará el millón de euros y, según sus estimaciones, el público de los alojamientos será británico en un 30 por ciento, español en otro 30 por ciento, otro 30 de otros países de Europa --fundamentalmente belgas, holandeses y franceses-- y el diez por ciento restante de otros países.
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