La propuesta de Balbino Montiano, 52 esculturas, nos permite conocer la variedad de peces que habitan la costa mediterránea y atlántica andaluzas. Sus peces de hierro buscan la conciencia y la apreciación del que ve, estimularle, quizá desembocarle a ver en esas figuras inertes lo que es la vida de nuestro mar.
Balbino Montano (Cádiz, 1974) es escultor y profesor de la Universidad de Granada, en la Facultad de Bellas Artes. Las esculturas que ofrece al público en la antigua Lonja de Barbate y en el vestíbulo del Ayuntamiento de la localidad rescatan numerosas especies que viven en las costas andaluzas. Un trabajo de varios años, tenaz, y que muchos curiosos ya han podido contemplar en anteriores ocasiones y en otros lugares.
Peces con los que se habrán encontrado ya sin vida, aunque todavía frescos, en las lonjas o en los puestos del mercado de abasto. Sus nombres: japonesa, bodión, sardina, rascacio, trompero, jurela, cabrilla, alfajoa, oblada, roncaor, besugo blanco, acedía, boga, araña, borracho, zorreja, vaca, salmonete, salema, charrán, herrera, janco, chopa, alburejo, caballa, tonino, rubio, lenguado, borriquete, baila, breca, sargoburgo, sapo, alburillo, raya, voraz, pargo, dorada, liseta, serranillo, bienmesabe, bonito, chova, verrugato, melva, robalo, corvina.
Todo lo que está vivo se puede representar dice Montiano frente a estas esculturas de 90x120 centímetros.
Pero es quien contempla el que toma conciencia, eso es lo que debemos saber