Terminó una nueva edición del jazz Vejer y hacemos un balance de lo acontecido en este original evento musical.
Paco Muñoz e Ignacio De Corral, organizadores del evento, charlaron con #Cadizsuenabien comentándonos los detalles y sensaciones de este festival. Que se cerró con un importante éxito de público y crítica.
“Jazz Vejer 2021 ha sido un rotundo éxito. Objetivo cumplido. La razón de este festival, desde su primera edición, ha sido ofrecer música de calidad en entornos mágicos”, asegura De Corral. Y vaya si lo han conseguido. Este año más que nunca. La Muralla de la Segur, azoteas, terrazas y la Plaza de España, entre otros, han servido como escenarios para los 37 conciertos que se han desarrollado en 10 espacios escénicos repartidos por todo Vejer durante tres días.
Arrancaba la programación el jueves en Casa Encalada con Cristian de Moret y su flamenco eléctrico a la puesta de sol. La emoción fue tal ante tanta belleza visual y sonora que se vieron lágrimas entre el público.
Manolo y Curra, o lo que es lo mismo María La Mónica y Javier Galiana, con las impresionantes vista de las marismas de Barbate de la terraza del Hotel V, daban pistas de lo que iba a suceder a lo largo del fin de semana.
“Momentos mágicos e inolvidables que van a quedar en la retina de los asistentes por mucho tiempo”. Comenta Muñoz, que añade;”Lo que más destaco de esta edición es ver a los músicos cada día después de los conciertos en la Muralla juntos y comentando sus emociones”. Hay que tener en cuenta que el 65% del cartel estaba formado por músicos naturales de Cádiz y su provincia y que por el maldito Covid hacía mucho tiempo que no coincidían y menos en los escenarios.
Rosario La Tremendita nos dejó sin palabras con su forma de cantar, Rafael de Utrera en el callejón del Califa, escenario improvisado para combatir el levante, rodeado de macetas de flores, suelo de adoquines y paredes de cal blanca, no podía sonar más flamenco en aquel marco incomparable.
El viernes, el latín jazz de Caramelo de Cuba y el swing de Ignasi Terraza se metieron al público en el bolsillo con la muralla medieval como testigo.
Nacho de Corral comentaba que;”Julián Sánchez, Enrique Oliver, Pablo Báez y Juanma Nieto, el dream team del jazz andaluz, montaban el taco gordo el sábado en la puerta del Teatro San Francisco y junto a Fernando Brox, a la noche en la Muralla de la Segur. Los Tumbando a Monk, con su jazz latino, pusieron en El Claustro patas arriba al respetable, a pesar de los ruegos de la organización para que la gente no se levantara de sus asientos. Demasiado tiempo sin bailar”.
Félix Slim, con un concierto de más de dos horas y media, cautivó en Corredera 55 a todo el que pasaba por allí. Pudimos también disfrutar de los sonidos brasileños de Maresia, el jazz electrónico de Düal y para cerrar a Melchor Campuzano en formación de cuarteto nos hizo reír y bailar con su repertorio de tango y milonga.
En definitiva, un festival que a pesar de las dificultades ha sido capaz de adaptarse y volver a sorprender con este nuevo y precioso formato que ha cumplido con creces su objetivo y las expectativas de los más exigentes.
En sus portales oficiales de redes sociales, los organizadores, Paco Muñoz y Nacho de Corral, han prometido que el año que viene habrá más y mejor. Sinceramente, lo tienen difícil.
