Durante la última audiencia que el Pontífice celebró en 2009, Benedicto XVI recordó, que Dios “creó a Eva de una costilla de Adán y no, por ejemplo, de su cabeza para que fuese no una dominadora ni tampoco una esclava del hombre, sino su compañera”.
El Papa Ratzinger citó al teólogo medieval Pietro Lombardo que en la narración bíblica del nacimiento de la mujer veía “una prefiguración del misterio de Cristo y de la Iglesia”.
Como la costilla fue sacada del costado de Adán mientras dormía, “así los sacramentos de la salvación comenzaron a fluir del costado de Jesús dormido en la Cruz”.