Acompañada por la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, De la Vega ha querido defender en su discurso la protección de estos espacios naturales, “que siguen siendo los hábitat más amenazados de la Unión Europea” y “muy especialmente en España”, que cuenta con más de 2.000 de estos parajes.
“Actuar en la defensa de los humedales supone actuar en beneficio tanto del desarrollo económico como de la conservación del medio ambiente”, y “hablar de estos espacios es hablar de patrimonio, de futuro y, en definitiva, de nuestra sociedad”, sustuvo.
De la Vega se refirió también a las actuaciones que el Gobierno central desarrolla en las costas españolas y que tienen como objetivo, afirmó, “respetar el patrimonio natural y defender el derecho de los ciudadanos, de sus hijos y de sus nietos a disfrutar de él por encima de cualquier interés particular”.
“Es nuestro deber como Gobierno”, insistió, “porque desde la responsabilidad que sentimos hacia nuestro país, ni podemos ni debemos permitirnos otra cosa”.
La vicepresidenta recordó que la ubicación de la sede del Centro Español de Humedales en la Comunitat Valenciana fue un compromiso personal que adquirió en 2008.
Asimismo, manifestó que la décima Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica, que se celebrará este año en Japón, será “un momento histórico” en el que “España pondrá todo de su parte para que se cumplan las mejores expectativas”.
Para De la Vega, “es imprescindible frenar el deterioro medioambiental y transformar la geopolítica en una política de la biosfera”, que se adecúe además “a las exigencias del siglo XXI”.
Recordó que en 2008, en sólo doce meses, “desaparecieron más de setecientas especies animales”, y “más de un tercio de todas las especies animales y vegetales conocidas se encuentran seriamente amenazadas de extinción”.
Para la portavoz del Gobierno, “afortunadamente” términos como “sostenibilidad y sustentabilidad han pasado del papel y de los meros debates a la realidad consciente de programas de trabajo y acciones concretas”.
“El reto al que nos enfrentamos es convertir esa corriente cada vez mayor de concienciación y de compromiso en acciones concretas y ambiciosas que vinculen a cada uno de los Estados y al conjunto de la comunidad internacional”. El Gobierno de España, sostiene, “está respondiendo a este reto” mediante el impuso de “actitudes responsables”.
