Baltasar Peñate explicó que las tecnologías que estudia el Instituto Tecnológico de Canarias no son viables económicamente para aplicar ahora, ya que el coste del metro cúbico de agua desalado sería de varios euros, mientras que en la actualidad, con combustibles fósiles, oscila entre los 60 y los 80 céntimos, en el archipiélago canario.
Se trata de prepararse para escenarios en los que los combustibles fósiles sean escasos, caros e intermitentes.
Estos trabajos forman parte del proyecto Consolida, liderado por la empresa Abengoa Solar NT y cofinanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación para avanzar en el conocimiento de la tecnología de concentración solar para generar calor a alta temperatura y luego utilizarlo en procesos industriales, en producción eléctrica y agua desalada.
Se trata de un proyecto, el Consolida, que ha sido presentado al programa de Consorcios Estratégicos Nacionales en Investigación Técnica (Cenit), que financia grandes proyectos de investigación de carácter estratégico, de gran dimensión y largo alcance, en áreas tecnológicas de futuro y con potenciar proyección internacional.
El trabajo del ITC, junto a las empresas Abengoa Solar, Emalsa y Serled Consultores, y con los apoyos de dos organismos públicos de investigación –Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Ciemat-Plataforma Solar de Almería– para desalar agua a gran escala por medio de energía solar es novedoso porque se plantea para alimentar de energía a plantas desaladoras de agua de mar existentes en grandes poblaciones costeras.
Con este proyecto se quiere conseguir la integración efectiva de la desalación de agua de mar dentro de plantas de producción de energía basadas en energía solar térmica de concentración.