La primera sesión de las sesiones de la categoría juvenil comenzó con el recuperado coro de la Salle-Viña
La primera sesión de las sesiones de la categoría juvenil comenzó con el recuperado coro de la Salle-Viña. Unos superheroes dispuestos a que el tango no desaparezca de la cantera. Un grupo pequeño pero más que suficiente para demostrar que cuando se tienen ganas no hay huecos vacíos.
Desde Córdoba, llegó la chirigota Granja escuela, una chirigota con un repertorio poco apropiado para una agrupación juvenil en la que además la mayoría del grupo sigue teniendo edad infantil y que por mantener el grupo han decidido subir juntos a la categoría juvenil. Tirón de orejas para los responsables de la autoría y representación de la chirigota. Asi no se hace cantera. Les sobra vida para cantar temas de adultos. Tener una afición tan grande al Carnaval para ensayar meses y venir desde Córdoba merece el mismo respeto que la entrega de este grupo.
El cuarteto ‘El gran golpe’ nos dejó un repertorio plagado de golpes para hacer honor a su nombre. El grupo estaba muy a gusto en las tablas y eso se transmitía al público que no paraba de jalearlos y reir sus puntos. Unos ladrones que robaron más de una carcajada entre ellos mismos. La filosofía de la cantera disfrutar el paso por el concurso por encima de la competición.
La última agrupación de la tarde fue la chirigota ‘Los testigos del 3x4’, una secta que rebosa gaditanismo, haciendo un recorrido en el segundo de sus pasodobles por agrupaciones juveniles míticas para reivindicar el papel de los más pequeños del Carnaval. Una tanda de cuplés que no cojeó en ninguno de los tres. Un tipo sencillo que no despistó del trabajo que han realizado durante los meses de ensayo.