En 2020, la Universidad de Cádiz (UCA) y la multinacional Sika se asociaron en el contexto de InnovaConcrete, un proyecto del programa de financiación de la investigación y la innovación de la Unión Europea (UE) con la participación de 29 socios de once países diferentes. El objetivo marcado fue el desarrollo de técnicas innovadoras para la conservación de patrimonio monumental en hormigón del siglo XX, de la mano del grupo de investigación de Nanomateriales de la UCA, dirigido por María Jesús Mosquera.
La iniciativa obtuvo el reconocimiento del Radar de Innovación de la Comisión Europea, pero el convenio de cooperación firmado entre los dos socios este martes confirma el éxito del proyecto.
“Hoy es un día especial para la UCA”, celebró el rector, Francisco Piniella, quien remarcó que “es difícil jugar en la Champions”, pero “es justo lo que hacemos hoy (por ayer)”. Patricia Heidtman, directora de Innovación y Sostenibilidad y miembro de la dirección del Grupo Sika, presente en 101 países con 300 fábricas, 27.500 empleados y ventas anuales en 2022 por valor de 10.490 millones de francos suizos, remarcó que el acuerdo “permite compartir conocimientos, recursos, habilidades, dando lugar a soluciones de alto rendimiento en materiales de construcción sostenibles”.
Concretamente, la tecnología desarrollada en estos años mejora la funcionalidad de las estructuras de hormigón con la protección contra la entrada de agua y aceite. Según ha explicado la UCA, “prolonga significativamente la durabilidad de las estructuras” y es aplicable a “fachas de edificios y otras superficies de hormigón”.