El ya alcalde de Cádiz, Bruno García, arrancó su discurso de investidura con agradecidas palabras a quienes le han precedido en el cargo. Comenzó con el primer edil saliente, José María González, Kichi, de Adelante Izquierda Gaditana, de quien destacó “sus años de dedicación y entrega a la ciudad, y su indudable interés de servicio público a los gaditanos”.
Sobre el socialista Carlos Díaz dijo que “abrió caminos en esos difíciles años de la transición” y llevó a la ciudad “a una nueva época de desarrollo”, sentando “las bases de un Ayuntamiento democrático”.
Y, finalmente, se refirió a Teófila Martínez, “quien consiguió -recordó- durante 20 años la confianza y el respeto de tantos gaditanos”. “Esta ciudad tiene en ella a la mejor aliada que pudiéramos encontrar al otro lado de la verja del muelle”, sostuvo sobre la actual presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC).
En lo estrictamente personal, “como amigo y compañero”, mostró su gratitud por poner en su camino “la oportunidad de trabajar por la ciudad a la que amo, antes a su lado (como concejal de Gobierno), y hoy como alcalde”.
Antes de todo ello, sin disimular la emoción, con la voz quebrada, dio las gracias “a todas las personas que me han acompañado en este camino, mi familia, mis amigos, mi equipo”, con mención especial a Mercedes Colombo, Carmen Sánchez e Ignacio Romaní, “con quienes compartí -entre otros- mis primeros años como concejal de esta ciudad”; a Juancho (Ortiz), “que desde la siempre difícil oposición ha sumado mucho para que los gaditanos confiaran en nosotros”; y “a todos los demás que se incorporan con toda la ilusión del mundo”. “Gracias por vuestra valentía”, concluyó.
