Desde que el pasado 10 de noviembre los entonces alcalde, José María González, Kichi, y concejala de Vivienda, Eva Tubío, presentaran el ambicioso proyecto integral de la barriada Tacita de Plata, los residentes no han vuelto a tener información alguna al respecto.
“Estamos pendientes de mantener una reunión con el nuevo equipo de Gobierno”, apunta María del Carmen Angeriz, presidenta de la asociación de vecinos que lleva el nombre del barrio. Loli Pavón, que se encarga actualmente de las competencias municipales que otrora desempeñó Tubío, no les ha confirmado si el primer edil, Bruno García, hara suya o no una iniciativa que tiene un presupuesto de 32,8 millones de euros, de los cuales 20,5 millones de euros procederían de inversión pública y el resto, 12,3 de euros, se sumarían con la venta de locales comerciales, garajes y de 16 de las 209 previstas que serían protegidas en régimen de venta.
Adolfo Molina, presidente de la asociación de vecinos Virgen de la Luz, confirma que, efectivamente no han sido recibidos todavía en el Ayuntamiento, pero tiene claro que, cuando se siente frente al alcalde defenderá que se lleve a cabo el proyecto planteado originalmente.
Las viviendas actuales son las más antiguas del parque público municipal, dado que fueran entregadas hace 85 años y, por ello, presentan numerosas patologías estructurales, humedades, son poco eficientes energéticamente y, además, presentan graves problemas de accesibilidad. “Están fatal”, lamenta Angeriz, y “solo se ha parcheado durante décadas”, tercia Molina, quien recuerda que los vecinos no disponen siquiera de pintura facilitada por el Ayuntamiento para adecentar fachadas y sus característicos patios. “Lo que se pinta, lo hago yo con lo que me sobra de mi trabajo”, asegura el presidente de la AVV Virgen de la Luz.
“No hay que arreglar, sino construir, porque, de lo contrario, va a costar más el collar que el perro”, insiste.
La puesta en marcha del proyecto no es, sin embargo, sencilla. Para iniciarlo, sería preciso amarrar la colaboración de la Junta de Andalucía, que es la administración competente en materia de vivienda, y tratar de conseguir subvenciones con las nuevas líneas que recoge el Plan Estatal de Vivienda para el Fomento de la Regeneración y Renovación Urbana, así como contar con la aportación del Estado. En cualquier caso, los números que hicieron Kichi y Tubío obligarían a una inversión media anual de 1,7 millones de euros. Además, el anterior equipo de Gobierno planteó que sería necesario el desalojo de las familias por fases.
Actualmente, el barrio cuenta con 19 edificios residenciales y 112 viviendas de unos 50 metros cuadrados. El proyecto contempla cuatro bloques, con 97 inmuebles más, una plaza como espacio central, zonas verdes, arbolado, zonas de juegos infantiles e incluso un tablao, además de los locales comerciales y garajes.
