El mandatario vasco presidió el acto de inauguración de este espacio, en el que participó también la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, y el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, el principal impulsor de este proyecto.
Al acto, que se ha celebrado en el exterior del palacio, han acudido numerosos representantes institucionales, como el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces, la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, la presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Rafaela Romero, y varios consejeros del Gobierno Vasco como el de Interior, Rodolfo Ares, la de Justicia, Idoia Mendia, o el de Transportes, Iñaki Arriola.
También han acudido representantes de colectivos sociales y familiares de víctimas del terrorismo como Maixabel Lasa, Cati Romero y Alain López de Lacalle, entre otros.
Este espacio, cuya actividad comenzó hace algunas semanas, pretende convertirse en un “instrumento para la concienciación y sensibilización de la ciudadanía en la cultura de la paz”, al tiempo que se constituirá en herramienta para promover “la reparación de las víctimas del terrorismo y la violencia”.
Asimismo, el lehendakari ha asegurado que la Casa de la Paz se erigirá en “símbolo y punto de referencia absolutamente visible en la defensa de la libertad y de los derechos humanos”.
“La que fuera casa del dictador se transforma, en un giro de 180 grados, y abre sus puertas como faro de la convivencia, el respeto y la tolerancia”, ha afirmado López, quien ha abundado en que este renovado Palacio de Aiete representa “una metáfora perfecta del triunfo de la democracia sobre la dictadura, de la libertad frente al totalitarismo y de la paz frente a la sinrazón”.
Además, ensalzó la “vocación desligitimadora de la violencia” de la Casa de la Paz.