La protesta parisiense, la más numerosa, partió sobre las 12.00 de la plaza de la República con un grupo de gitanos a su frente y tras una pancarta en la que se leía “No a la política inhumana de Sarkozy”.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, fue el principal blanco de los lemas que pudieron verse en la manifestación, junto con sus ministros del Interior, Brice Hortefeux, y de Inmigración, Eric Besson.
Los manifestantes no dudaron en comparar la política de expulsión de gitanos con la que durante la ocupación alemana de la Segunda Guerra Mundial llevó a cabo el régimen colaboracionista de Vichy, que entregó a miles de judíos a los nazis.
Así, el mandatario galo fue comparado con el general Petain, presidente de la Francia colaboracionista en ese periodo.
“Francia no pertenece a Sarkozy, pertenece a los ciudadanos, incluidos los inmigrantes”, aseguró Pierre, erigido en portavoz de una asociación de ayuda a los sin papeles.
Para Corinne, que desde hace años presta ayuda a los gitanos que viven en campos a las afueras de muchas ciudades francesas, el presidente “ha tomado ahora como cabeza de turco a los gitanos, pero mañana serán otros colectivos”.
Multitud de asociaciones humanitarias, ONG y colectivos de gitanos, de sin papeles y de ayuda a los inmigrantes estuvieron presentes en la manifestación parisiense.
A ellos se unieron representantes políticos de los principales partidos de izquierda, así como líderes sindicales, que volverán a las calles el próximo martes en una protesta por la reforma de las pensiones que planea el Gobierno de Sarkozy.
Entre ellos figuraron el alcalde socialista de París, Bernard Delanoë, en representación de su partido junto a otros rostros conocidos del mismo y destacados líderes del resto de las formaciones de la izquierda y de la extrema izquierda francesa, al igual que la líder de los Verdes, Cecile Duflot.
Los organizadores de la marcha han divulgado a través de internet un manifiesto de condena contra esta política de expulsión de los gitanos para recoger firmas de los ciudadanos.