Difícilmente olvidará este 2023 Bruno García, que comenzó el año como parlamentario andaluz y lo ha finalizado como alcalde de Cádiz, ciudad de la que ya fue concejal, con mayoría absoluta. En los primeros seis meses como primer edil, se esfuerza en remarcar el carácter social de su política y la apuesta firme por la vivienda, uno de los dos pilares en los que debe basarse, dice, la estrategia para frenar la pérdida de población. Con talante moderado, señala los acuerdos con la Junta y la Diputación para insistir en que el diálogo es la clave. Por el contrario, la relación con la oposición municipal es tensa. “Quieren que parezca antipático, pero no es verdad, eso no tiene recorrido”, asegura.
En lo personal, vaya año...
–Ha sido un año especial. Era diputado autonómico y estaba consolidando la Presidencia (del PP) y asumí un reto mayúsculo como candidato a la Alcaldía porque veníamos de la oposición, con seis concejales, y había que conseguir catorce... Pero me sentí cómodo en la campaña, funcionó y me gusta lo que hago, estoy ilusionado y absolutamente centrado en ser alcalde de la ciudad de Cádiz.
Decían que no quería ser candidato ni alcalde...
–Recuerdo que vino Juan Espadas, con quien mantengo una relación cordial, a decirlo, pero la gente no quiso comprar su mercancía averiada.
Tendió la mano a la oposición, pero este jueves, en el Pleno, ha protagonizado un tenso debate con David de la Cruz y Adelante Izquierda Gaditana le tacha de autoritario.
–Hay muchas más razones para hacer esos reproches al anterior alcalde (José María González, Kichi) que a mí. Recuerdo hasta insultos a nuestros concejales. En este Pleno, hemos presentado enmiendas de sustitución como presentó Adelante en el mandato anterior. ¿Ahora no es democrático y antes, sí? Han dicho que estamos a punto de prohibir la entrada física al Pleno... Es un discurso exagerado. Entiendo que (Adelante Izquierda Gaditana) está reflexionando sobre qué ha pasado para que haya dejado de gobernar y tenga la estrategia de intentar dibujarme un perfil antipático, pero no es así, es mentira y no tiene recorrido. Basta un ejemplo práctico: voy a presentarle el presupuesto de 2024 a la oposición y habrá partidas que se podrán cambiar; en los últimos ocho años, con el mismo número de concejales, solo se aprobaron tres presupuestos y nos dijeron que con nosotros no se iban a sentar.
¿Qué le faltan a los presupuestos de 2024 para iniciar su tramitación?
–Falta definir bien los números de cada área y especialmente la parte de Ayuda a Domicilio para garantizar una buena cobertura de un servicio fundamental para la ciudad. La oposición no va a encontrar ni un solo recorte en política social. E insisto en que habrá participación y vamos a buscar la mayoría más amplia posible. Aunque no espero que estén todos de acuerdo conmigo, tampoco yo estaré de acuerdo en todo con ellos. Pero vamos a tener cuatro presupuestos y, además, ya hemos aportado financiación a Procasa o el Instituto Municipal de Deportes, y alcanzaremos acuerdos con otras instituciones en 2024 que no estarán en estas cuentas pero de los que vamos a disponer.
Además del pliego del Servicio de Ayuda a Domicilio, ¿va a ser prioridad el del autobús?
–Vamos a reforzar la limpieza, después de que se adjudicara en el anterior mandato, y vamos a resolver el del Servicio de Ayuda a Domicilio que lleva cinco años caducado y ha generado inseguridad jurídica y laboral. La movilidad es fundamental. Llevamos 35 años sin contrato, hubo una concesión en su día. Así que va a ser una prioridad absoluta porque la ciudad no aguanta más esta situación.
Adelante trata de dibujarme un perfil antipático con un discurso exagerado que no tiene recorrido”
Las decisiones en movilidad han generado polémica como la reapertura al tráfico de la calle Veedor, por ejemplo. ¿Ha dado carpetazo al asunto?
–En movilidad también se ha pedido un cambio, porque si no Adelante no habría pasado de trece concejales a seis. Aunque no estamos llevando a cabo un cambio rupturista. Con Veedor había un problema. Tenemos un parking con 470 plazas y un tráfico que obligaba a un giro de 90 grados que generaba una situación compleja. Hemos hablado con los comerciantes y con los taxistas, hemos protegido el interés de los 300 mayores del centro La Caleta, en la calle Zaragoza. Y hay mucha gente, que también vive en Cádiz, que está de acuerdo con lo que hemos decidido. Pero no tengo ningún problema en hablar con la plataforma que se ha creado (en favor de la peatonalización). Estoy abierto al diálogo sincero y ver si se puede mejorar la situación.
Este año, Cádiz ha acogido grandes eventos, ¿le preocupa no mantener la intensidad en 2024?
–Hemos demostrado que este tipo de eventos son positivos para Cádiz si los gestionas bien. La Junta de Andalucía financió prácticamente el South International Series Festival y ahora ha anunciado el partido de la selección española femenina en el estadio Nuevo Mirandilla. Hemos creado el Viento Fest y hemos trabajado estos meses para que la Fundación Princesa de Girona celebre en Cádiz unas jornadas. Organizamos la Gran Regata casi desde cero. Todo esto genera actividad, da proyección y es positivo. Cuando tengamos oportunidades y una razón para hacerlo, lo vamos a hacer. De cara al futuro, estamos hablando de cultura.
¿Plantea seguir el modelo de otras capitales como Málaga, que cuenta con el Museo Picasso o el Centro Pompidou?
–Más que generar un espacio cultural nuevo, tenemos que reforzar nuestra posición cultural a nivel nacional con nuestra programación, con las entidades sociales que tienen cada vez más auge, y cuidar y proteger nuestro casco histórico y nuestro patrimonio. Hay que darle un impulso, por ejemplo, al Castillo de San Sebastián.
El PP acaba de preguntar al Gobierno sobre su titularidad. ¿No está claro todo ya?
–La titularidad es del Gobierno, se cedió y eso acabó. Hubo un compromiso para que cada administración aportara 150.000 euros para su mantenimiento y se dejó. A mí me gustaría abrirlo para la ciudad y entiendo que el Gobierno también quiere buscar una fórmula, y luego darle programación.
Diputación es aliada y avanzamos con la Junta en proyectos; hablaré con el Gobierno con la misma lealtad”
¿Qué otras cuestiones le demanda al Gobierno?
–Política social y que se siga invirtiendo en la rehabilitación de las murallas, pero ha habido unas elecciones y hay que esperar. Abordaré las cuestiones sin hacer polémica, no he venido a eso, sino con la misma lealtad con la que he avanzado con la Junta de Andalucía en asuntos de la ciudad.
¿Puede concretar los acuerdos alcanzados o en previsión de cerrar con el Gobierno de Juanma Moreno?
–En el caso de la Ciudad de la Justicia, el camino está absolutamente trazado, sin duda alguna. Estamos pendientes del cambio de rector para abordar Valcárcel y la Junta de Andalucía se ha comprometido en avanzar en el nuevo hospital y estamos hablando con Zona Franca, de forma leal, por los terrenos. En cuanto a la antigua Escuela de Náutica, patrimonio de la Administración autonómica, no puede estar así. Hemos decidido con el Gobierno de Juanma Moreno que en el próximo semestre tiene que plantear cuáles son las alternativas para que se pueda poner en uso.
¿Hay algún otro inmueble o espacio que se esté analizando?
–Estamos trabajando sobre Tolosa Latour. A todo espacio infrautilizado en la ciudad hay que darle uso. Pero hay que valorarlo. De lo que soy plenamente consciente es que este primer semestre de 2024 es el que hará que la ciudad tome impulso y ese es mi reto: tras seis meses de evaluación, todo lo que queramos hacer tiene que quedar muy claro en los próximos seis.
Aunque hay proyectos avanzados, como la integración Muelle-Ciudad. ¿Se comenzará a materializar en 2024?
–Parece que sí, en el segundo semestre.
Fórmula mágica no hay contra la pérdida de población, pero hay una oportunidad de frenarla con vivienda y empleo”
¿Cuenta con la Diputación Provincial de Cádiz?
–Ayudó en la Gran Regata, South International Series Festival o Sail GP,, ahora lo hará con el Carnaval y ha comprometido cinco millones de euros para el nuevo Portillo. Vamos a seguir así, valorando el uso cultural o empresarial para el Instituto Rosario. La Diputación Provincial de es una administración aliada.
Solo una cuestión más. El Instituto Nacional de Estadística ha rebajado la población censada en Cádiz a unos números preocupantes. Entiendo que el Ayuntamiento no es la única administración ni tampoco el único actor responsable para revertir la situación, pero ¿qué puede hacerse desde el ámbito municipal?
–Fórmula mágica no hay. Pero creo que hay una oportunidad de frenar la pérdida. Hay espacios en la ciudad no utilizados y proyectos que si ponemos en funcionamiento pueden generar empleo, como la Ciudad de la Justicia, el nuevo hospital, la integración Muelle-Ciudad, iniciativas como Incubazul, y no me voy a presentar a las elecciones con sesenta y ocho viviendas (en referencia a las construidas con Kichi como alcalde, según el PP). En estos ocho años, el Ayuntamiento le ha restado a la ciudad. Hay que dar un salto. Ya hemos comprometido 100 viviendas y con Navalips, Matadero, La Lonja y otras promociones podemos hablar de 1.500 y el plan municipal habla de 2.000. Si multiplicamos por tres personas cada vivienda... Hay que hacerlo. Pretendo hacer un trabajo que permita decir al menos que estamos aportando.