Su debut fue tardío y discreto; el Windows 1.0 ofreció pocas novedades al sector informático donde los Macintosh de Apple ya funcionaban a base de ventanas y la computación estaba dominada por la estructura del DOS (Disk Operating System).
Algunos expertos de la época llegaron incluso a despreciar, por considerarlo poco vanguardista, aquel software desarrollado por Bill Gates y Paul Allen. “Nadie que usara la primera versión habría predicho que Windows dominaría el mercado del PC 25 años después”, afirmó recientemente el analista Jon Brodkin en un artículo para la revista tecnológica Network World.
Ese primitivo Windows fue definido por Gates como “un software único diseñado para el usuario de PC serio”.
En 1987 vio la luz la versión 2.0 pensada para los procesadores Intel 286 que ya incluía el panel de control, iconos de escritorio y permitía superponer ventanas.
La fama, sin embargo, le llegó en mayo de 1990 con el lanzamiento del Windows 3.0 que coincidió con la popularización de los PC.
Tras ello, Windows 95, 98, 2000 y Millenium Edition. En 2001 el Windows XP establecería el estándar moderno del sistema operativo, hasta el punto de eclipsar a Vista, cuyo final parece claro con la llegada de con Windows 7.