La subida del Impuesto sobre las Labores del Tabaco entró ayer en vigor con la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de los nuevos precios para las cajetillas, que a partir de ahora costarán en torno a 40 céntimos de euro más.
Esta medida fue aprobada el viernes pasado en el Consejo de Ministros con una finalidad tanto sanitaria como recaudatoria, ya que se calcula que el Estado ingresará 780 millones de euros con los que compensará la reciente rebaja de impuestos a las pymes.
Entre las labores más populares, el paquete de Fortuna y de Nobel pasan a costar en estanco 3,85 euros (35 céntimos más), el de Ducados 3,75 euros (40 céntimos más) y el de Marlboro 4,25 euros.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, subrayó al anunciar la subida la semana pasada que el precio del tabaco en España seguirá siendo inferior al de Reino Unido, Francia y Alemania, y que se equiparará al de Portugal, “dependiendo de las marcas y de la modalidad”.
EN ANDALUCÍA SUBE EL 1,2%
Los ingresos por venta de tabaco han subido en Andalucía el 1,20 por ciento en los diez primeros meses del año, casi un tercio menos que el aumento medio registrado en España que fue del 3,18 por ciento, Según los datos sobre venta de tabaco del Ministerio de Economía y Hacienda.
Las comunidades autónomas de Extremadura, Castilla-La Mancha y Madrid son aquellas donde el incremento ha sido mayor, más del doble que la media nacional.
Entre enero y octubre de este año se recaudaron algo más de 10.811 millones de euros por este concepto, lo que representó un crecimiento del 3,18 por ciento en comparación con los 10.477 millones de los diez primeros meses de 2009.
Pese a que muchos españoles han decidido dejar el hábito de fumar, las ventas han subido en todas las autonomías, especialmente en Extremadura, la primera productora de tabaco de España, donde crecieron un 7,03 por ciento, por delante del 6,69 por ciento de Castilla-La Mancha y del 6,42 de Madrid.
Fue Baleares la que registró el menor aumento, con un 0,51 por ciento, por delante de Andalucía (1,20 por ciento), Cataluña (1,38) y el País Vasco (1,46 por ciento).
Cataluña, con 2.018 millones, se coloca a la cabeza en ingresos en términos absolutos, seguida de Andalucía, con 1.896 millones, la Comunidad Valenciana (1.316 millones) y Madrid (1.308 millones).
Del total recaudado entre enero y octubre, 10.045 millones corresponden a cigarrillos en cajetillas de veinte
unidades, mientras que otros 398 millones fueron ingresos por la venta de tabaco de liar, 355 millones por puros y los otros 12 millones de euros por tabaco de pipa.
Respecto al número de unidades, el informe del ministerio señala que entre enero y octubre del ejercicio pasado se vendieron 3.433.890.895 paquetes de cigarrillos, 381.514 menos que un año antes.
También disminuyó la cantidad de tabaco de liar, al pasar de 4.788.475 kilos a 4.509.628.
Por el contrario, aumentó de forma considerable el número de cigarros puros, ya que si en los diez primeros meses del año pasado se alcanzaron las 968.347.069 unidades, en el mismo periodo del actual ejercicio la cifra ascendió a 1.244.396.998.
El tabaco de pipa también creció y pasó de 165.644 kilos a 277.083.
FALSA CRISIS HOSTELERA
En otro orden de cosas, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) aseguró que los pronósticos de pérdidas en el sector hostelero a causa de la puesta en marcha de la ley antitabaco “no son creíbles” puesto que “los cocina la industria tabaquera”.
El CNPT subrayó en un comunicado que “no existe base alguna” para afirmar que los españoles vayan a reducir su asistencia a bares y restaurantes con la prohibición de fumar dentro de estos locales cuando entre en vigor la ley el próximo año, a pesar de que los hosteleros cifran las pérdidas en un 10 por ciento de sus ventas y alrededor de 140.000 empleos menos.
Las entidades del sector sanitario han concluido que “los pronósticos catastrofistas que airean los hosteleros sobre pérdidas en su volumen de negocio no son creíbles porque no los hacen ellos, sino que llegan cocinados por la industria tabaquera” estimó que los fabricantes de tabaco “llevan tiempo intoxicando al respecto” porque, añade el comunicado, “ellos sí, tienen razones para estar preocupados”.