El alcalde de Cádiz, Bruno García, ha admitido que los cuatro meses que permanecerá cortado el puente José León de Carranza desde esto domingo por obras de emergencia por parte del Gobierno de España ante el grave riesgo que presenta para la seguridad “van a ser complicado”, pero también se ha mostrado seguro de que “lo vamos a sacar adelante”.
Para ello, se ha referido al plan de tráfico local y el elaborado con el Consorcio de Transportes de la Bahía de Cádiz y ha confiado en que los trabajos previstos no generen “muchos problemas” a San Fernando, donde ha comparecido en rueda de prensa con la alcaldesa, Patricia Cavada, dado que la recomendación es que los usuarios de la infraestructura objeto de reforma se desvién y accedan a la capital por la autovía que la une a La Isla, y donde habrá controles policiales en las horas de mayor afluencia para facilitar el flujo en la circulación
Cavada, por su parte, da por hecho “que habrá retenciones”, aunque espera que la oferta de transporte público, Trambahía, catamarán y Cercanías, minimice el impacto en el tráfico. También ha expresado su preocupación por las incidencias que se puedan producir en el entorno de los centros de trabajo como el de Navantia.