La Junta de Gobierno de Local del Ayuntamiento del 19 de abril ha emitido un certificado sobre la población estacional de la localidad a petición del Consorcio de Abastecimiento de la Zona Gaditana. Un dato necesario para que dicho organismo pueda desarrollar la revisión del tercer ciclo del Plan Hidrográfico 2022-2027.
Así, desde el Ayuntamiento de San Fernando considera como “correctos” los datos de población estacional y permanente en el municipio que se aporta desde el Instituto de Estadística. La población permanente, es decir, la que está empadronada y según los datos del INE de 2023 asciende a 93.927 personas, mientras que la población estacional la fija en 10.332 personas. Lo que significa que, con esas cifras en las manos, la población total equivalente sería de 104.259 personas. Por ello, desde el Gobierno local se estima que el peso de la población estacional supone el 9,91 por ciento.
Cabe recordar que la población estacional constituye una estimación de las cargas de población que soporta cada municipio y mide el número de personas que hay en él de media anual y trimestral. En el cálculo se incluyen las personas que tienen algún tipo de vinculación o relación con el municipio, ya sea porque residen, trabajan, estudian o pasan algún período de tiempo en él.
En la localidad isleña siempre ha existido en la calle el eterno dilema entre la población censada y la población real que soporta, que claramente siempre ha estado por encima de las 100.000 personas.
Y superar esa barrera de manera oficial y no oficiosa es algo que sería muy importante para San Fernando, ya que a nivel económico sería muy beneficioso para las arcas municipales, puesto que a la hora de hacer el reparto de los Presupuestos Generales del Estado el Gobierno realiza una distinción en función de la población, es decir, hay un dinero para las localidades de entre 20.000 y 80.000 habitantes, otro para las que están en la horquilla de entre 100.000 y 500.000 personas y, por último, por encima de ese medio millón de personas.
Llegados a este punto, hay que reseñar que existen situaciones excepcionales dentro del territorio nacional que hacen que haya municipios que, por sus condiciones, cuentan con un tratamiento especial. Es el caso de Cádiz capital, que logró en el año 2002 con Teófila Martínez en el Ayuntamiento, se le reconociese por parte del Gobierno de la nación ese carácter excepcional.
Algo que se tradujo en que la capital de la provincia, que tenía una población comprendida entre los 100.000 a 500.000 habitantes, pasase a ser tratada en términos económicos como una localidad que tuviese por encima de ese medio millón de personas.