Científicos españoles y suecos han descubierto el eslabón molecular desencadenante de la inflamación cerebral que mata a las neuronas.
Científicos españoles y suecos han descubierto el eslabón molecular desencadenante de la inflamación cerebral que mata a las neuronas, un proceso muy asociado a enfermedades neurodegenerativas como el parkinson o el alzheimer, según se publica en el último número de la revista Nature.
Sendos equipos de la Universidad de Sevilla y del Instituto Karolinska de Estocolmo, dirigidos por los doctores José Luis Venero y Bertrand Joseph, en colaboración con investigadores de la Universidad de Lund, han hallado un mecanismo “insospechado” responsable del proceso de la neuroinflamación.
El doctor Venero, del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia, de la Universidad de Sevilla, ha explicado a Efe que este trabajo puede abrir nuevas vías farmacológicas para el control de la inflamación cerebral y sus efectos nocivos, con la aportación de claves para el conocimiento de las enfermedades neurodegenerativas.
Esta investigación de casi cuatro años de duración ha incluido el estudio histológico o de anatomía microscópica de áreas corticales y del mesencéfalo ventral de cerebros de pacientes fallecidos de alzheimer y parkinson, además de cultivos celulares, y modelos de ratas y ratones de experimentación con la enfermedad de Parkinson.
Los datos experimentales obtenidos han sido trasladados a situaciones de inflamación cerebral por su asociación con las enfermedades de Parkinson y de Alzheimer.
Aunque no se puede confirmar que la inflamación sea el factor desencadenante de las enfermedades neurodegenerativas, sí se sabe que está muy asociada al parkinson y al alzheimer, según ha explicado el doctor Venero.
De hecho, los investigadores empiezan a admitir “de forma generalizada” la idea de que una respuesta inflamatoria sostenida en el tiempo contribuye “decisivamente” a la progresión de las enfermedades neurodegenerativas.
Los investigadores han descubierto en este trabajo una nueva función biológica de unas enzimas llamadas caspasas, asociadas tradicionalmente sólo a los procesos de apóptosis o muerte celular programada, los cuales son necesarios.
La nueva función de estas proteínas se refiere al control de la actividad de unas células llamadas microgliales, en el sistema nervioso central.