En un comunicado, la Consejería ha informado de que el estudio realizado sobre 17 muestras líquidas y 11 cartuchos, también ha detectado que el 42 % de las marcas analizadas presentan dietilenglicol en su composición, aunque sin riesgo para la salud.
Entre las infracciones detectadas en el análisis destacan la ausencia de instrucciones sobre el uso y manejo del producto, la existencia de información incompleta o dudosa sobre su composición, y la falta de información relativa al plazo recomendado para su uso, así como del etiquetado en español.
El estudio también ha determinado que aquellas marcas de cigarrillos que señalan contener nicotina lo hacen en las cantidades indicadas, a excepción de una marca, en la que las dos muestras analizadas presentan mayor y menor concentración de nicotina a la señalada en la etiqueta.
La Consejería de Salud solicitará al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad la consideración de los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina como productos medicamentosos, en la misma línea que están incluidas otras terapias sustitutivas del tabaco como los chicles o los parches de nicotina.
La Consejería insiste en que la autorización de este producto por parte de la Agencia del Medicamento conllevaría que las empresas fabricantes tendrían que demostrar su eficacia como fármaco utilizado para dejar de fumar, además de reflejar claramente los efectos adversos y las contraindicaciones.
El objetivo de este análisis era realizar un estudio pormenorizado de los componentes y mecanismos de funcionamiento de los cigarrillos electrónicos ante la preocupación expresada por las sociedades científicas, con la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFYC), y dado que en España no existe legislación vigente que regule este producto.
La Asociación Facua-Consumidores en Acción reclamó ayer a la Consejería de Salud que aplique “sanciones contundentes” a todas las marcas que vulneren la normativa en materia de etiquetado de cigarrillos electrónicos, como ha puesto de manifiesto un estudio de la propia Consejería.
En una nota de prensa Facua reclamó que estas multas se apliquen también ante la “publicidad engañosa” que en su opinión supone presentar estos productos como métodos para ayudar a dejar de fumar “sin que existan pruebas científicas que lo avalen”.
La asociación ha advertido de que “no sólo no está probada la eficacia de estos productos para dejar de fumar, sino que incluso pueden tener el efecto contrario”, prolongar la dependencia del tabaco por el contenido de nicotina que poseen muchas marcas y reemplazar engañosamente otros métodos con resultados probados.