El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dictó, a principios de mes, un auto, relativo a una sentencia del Tribunal Supremo, en el que da un plazo máximo de dos meses al Departamento de Enseñanza para adaptar su sistema educativo con el fin de implantar el castellano como lengua vehicular en las escuelas, junto al catalán.
En una rueda de prensa, la consellera ha facilitado las cifras sobre el próximo curso, que se iniciará con 21.000 nuevos alumnos de 3 a 16 años en la escuela pública.
Estos 21.000 nuevos alumnos serán atendidos por la misma plantilla de maestros que el pasado año, unos 67.054 docentes que deberán realizar una hora lectiva más a la semana.
Rigau ha informado de que el gobierno catalán tienía previsto presentar ayer el recurso al auto del TSJC y la argumentación básica que utilizará el ejecutivo es la Ley de Educación de Cataluña (LEC) que, según ha afirmado la consellera, está “vigente en Cataluña”.
La consellera se ha marcado como objetivo conseguir que algunos partidos, sin mencionar directamente al PP o a Ciutadans, no utilicen la lengua catalana como “su única razón de existir”, por lo que se esforzará en dar a conocer los datos que demuestran que los escolares catalanes que finalizan la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) tienen un conocimiento suficiente de lengua castellana.
“Insistiremos en la información sobre estos datos para desactivar el temor de que no se aprende castellano” en las escuelas de Cataluña, y también sobre la base “metodológica y no política” en la que se sustenta el sistema de inmersión lingüística, ha explicado la consellera.
El curso que se iniciará el próximo lunes, día 12, se ha planificado en lo lingüístico de acuerdo con la LEC, ha asegurado Rigau, que ha prometido mantener “las reglas del juego” de la inmersión a lo largo de todo el año escolar, aunque se produzcan requerimientos judiciales en contra.
Unas 500 familias, según ha informado la titular de Enseñanza, han solicitado este curso que se escolarice a sus hijos en castellano.
Rigau no ha precisado en que idioma serán escolarizados estos niños y se ha limitado a señalar que sus familias recibirán las comunicaciones de sus colegios y de la Generalitat en castellano, como se venía haciendo hasta ahora.
El Govern de Cataluña confía en que el TSJC resuelva a su favor en el conflicto sobre el modelo de inmersión lingüística y para ello argumentará sentencias anteriores del Tribunal Constitucional.