Los 9.900 niños del segundo ciclo de Infantil y Primaria que comenzaron ayer sus clases en los centros educativos de Cádiz capital lo hicieron con total normalidad sin que se registrarse ninguna incidencia destacable, más allá de las lágrimas derramadas por los más pequeños al separarse de sus padres.
En concreto, ayer fue el primer día de clase para los 1.496 niños de Infantil que comenzaron en la enseñanza pública y los 1.813 que lo han hecho en la escuela concertada. Los alumnos que cursarán alguno de los niveles de Primaria durante este curso 2012/2013 se reparten de la siguiente manera: 2.635 cursarán sus estudios en la pública y 3.935 en la concertada.
Menos profesores
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, tras realizar un sondeo en los centros de Educación Primaria de los municipios de la Bahía de Cádiz en este primer día de curso, aseguró que los “recortes” y sus “efectos perjudiciales” se han convertido “en los protagonistas principales”, advirtiendo de que “la gran mayoría” de las aulas de Primaria superan la ratio de 25 alumnos y de que aún faltan “muchos” profesores para empezar el curso con normalidad.
A través de un comunicado, la presidenta provincial de Enseñanza de CSIF-Cádiz, Carmen Sierra, indicó que “excepcionalmente” se han superado los 28 alumnos; al tiempo que explicó que las bajas de larga duración de profesores no se están cubriendo “en muchos casos”, porque hasta este lunes “no ha podido activarse” la aplicación informática del programa de gestión de centros de la Junta (Séneca), que sirve para solicitar la sustitución de los docentes de baja.
CSIF lamentó que existan “muchos” proyectos y planes escolares que se encuentran “en el aire” por falta de financiación (casos de escuelas deportivas, por ejemplo); e indicó, igualmente, que existen colegios que están sufriendo atrasos en los presupuestos de años anteriores, lo que redunda en la calidad.
Ante lo anterior, la dirigente sindical entendió que la “sucesión dramática” de recortes económicos, el “deterioro” de las condiciones laborales del profesorado, la “crispación” y “desmotivación” del colectivo es “una realidad que afectará al rendimiento escolar y, finalmente, a la calidad educativa”.