No todo es de color de rosa para el Colegio de Arquitectos que estos días celebra la Bienal Iberoamericana de Arquitectura en Cádiz. “¡Menos Bienal y más pagar!” y “El Colegio de Arquitectos no paga las obras de sus instalaciones”son las frases que lucen en los carteles reivindicativos ubicados en la fachada dela sede de la constructora Gómez y Sanduvete SA en la calle Zaragoza y dejan a las claras la indignación por el impago de 34.357 euros correspondientes a la certificación de la obra de remodelación del local de la entidad colegial en la plaza de Mina.
Los hechos se remontan a finales de 2009, cuando la constructora concluye la obra para que se le contrató. Una serie de modificaciones en los planos originales encarecieron considerablemente el coste de la obra.
Sin embargo, estos cambios fueron acordados verbalmente y no quedaron reflejados en contrato, por lo que el Colegio de Arquitectos se atuvo a lo firmado. La constructora reclamó el coste de las modificaciones y el asunto acabó en los juzgados. En primera instancia ganó la constructora, pero en segunda, el Colegio de Arquitectos. Por último, el Tribunal Supremo condenó a la entidad colegial no al pago de la deuda total, aunque sí la obligaba a pagar los 35.357 euros más los intereses por la certificación. A día de hoy el pago no se ha producido.
La empresa ha acudido al anterior decano, Ramón Pico y al actual, Víctor Manuel Gómez, en busca de una respuesta y como asegura no haber recibido ninguna, ha decidido que si la semana que viene no recibe el dinero que se le debe cursará la pertinente orden de embargo de bienes del Colegio de Arquitectos. La sentencia tiene más de un año, pero la constructora aún no ha recibido el dinero. La certificación debería haberse pagado hace tres, según Gómez y Sanduvete SA.
