Aunque a día de hoy la huelga indefinida sigue convocada por los sindicatos para el día 15, la mayoría de los trabajadores de Sufi Cointer, la empresa encargada de la recogida de basuras, ya han manifestado su frontal rechazo a la misma. Este periódico ha podido saber por fuentes cercanas a la plantilla que en la noche del lunes se celebró un referéndum en el que salió por abrumadora mayoría que los trabajadores no quieren secundar la huelga. 

De las 336 personas que podían participar en la pregunta, 196 ejercieron su derecho al voto, contabilizando 169 papeletas en contra de la huelga, 22 a favor, 2 votos nulos y otros 3 en blanco. 

Hay que recordar que el objeto de la huelga es rechazar los dos despidos que se han producido en el último mes, así como reclamar la readmisión de estos dos compañeros. Al menos así lo pusieron de manifiesto los representantes sindicales de UGT y CCOO el día que anunciaron la convocatoria de huelga, alegando que los trabajadores consideraban injusto los despidos, habida cuenta de la trayectoria de ambos afectados. Uno de ellos ha sido encargado en la empresa con 32 años de experiencia y el otro, que actuó de portavoz de los trabajadores durante el paro de julio, tiene 23 años de antigüedad.

Hay que decir que los sindicatos vinculaban los despidos a la huelga desarrollada en el mes de julio. Al cierre de esta edición los sindicatos no se habían pronunciado al respecto y la huelga sigue adelante a pesar de la negativa de la plantilla.

 

Los dos despedidos llevan 16 días sin comer

Los dos trabajadores despedidos de la empresa Sufi Cointer, la concesionaria de limpieza viaria del Ayuntamiento de Cádiz, cumplieron ayer 16 días en huelga de hambre sin haber recibido noticia alguna ni de la empresa ni del Consistorio. No obstante, insistieron en que abandonarán la protesta readmitidos en sus puestos de trabajo “o con los pies por delante”.  

Tomás Calvo, uno de los protagonistas, aseguró que ya se les nota “bastante” físicamente las más de dos semanas que llevan en huelga de hambre en el edificio de sindicatos de la capital gaditana. Él ha perdido diez kilos y su compañero ocho. No obstante, insiste en que la peor parte se la llevan los familiares “que están sufriendo mucho al vernos en este estado”.