Los 'smartphones' facilitan grabar vídeos en cualquier momento, incluidos los de contenido pornográfico infantil, por lo que la Policía advierte de que tener y compartir este tipo de imágenes, aunque sea para hacer comentarios jocosos, está perseguido y penado igual que hacerlo por Internet.
La Policía hace esta advertencia coincidiendo con la detención de diez personas, cinco de ellas menores de edad, por distribuir a través de redes sociales y de aplicaciones de mensajería móvil dos vídeos grabados hace unos meses en Mahón (Menorca).
Los vídeos fueron difundidos inicialmente por dos menores que, en el transcurso de una quedada en un bosque, grabaron a un amigo y una amiga -también menores- manteniendo relaciones sexuales, y a continuación a otros dos en la misma actitud, pero en este caso se interpretó que la chica no daba su consentimiento, por lo que al joven que aparecía en la imagen se le podía imputar un delito de agresión sexual.
La Policía Nacional frenó la difusión del vídeo, como hace siempre en estos casos, y finalmente detuvo en abril en Mahón a dos menores: uno por producir una de las grabaciones y otro -de 16 años- como presunto autor de una agresión sexual a una niña de 13 años. También imputó a otro menor de 13 años por grabar el otro vídeo.
La Brigada de Información Tecnológica continuó la investigación y ahora ha detenido a diez jóvenes por difundir los vídeos: nueve en Castellón -cinco de ellos menores- de un mismo grupo que se pasaron las imágenes por WhatsApp y un joven de 23 años de Cádiz que lo publicó en Twitter con el comentario: "Qué pasa, k se lleva mucho el movimiento palanquilla o qué? Esas cosas se hacen en una casa, joé".
El oficial Eduardo Casas ha explicado que cuando la Policía avisó de que difundir estos vídeos suponía un delito, algunas personas comenzaron a pasarlos por mensajería instantánea, como WhatsApp o Line, y ha advertido de que "sigue siendo el mismo delito y se persigue con la misma fuerza", como demuestran las diez últimas detenciones.
Preguntado por si se ha detectado un incremento de difusión de pornografía infantil debido a la generalización del uso de 'smartphones', el oficial ha explicado que "los canales cambian o se modifican, y lo que antes se distribuía en los chats (de Internet), ahora se distribuye por mensajería instantánea".
"Los hechos son los mismos, pero se distribuyen por otros canales", ha sostenido, aunque ha reconocido que "lo que sí están favoreciendo estos teléfonos es la producción, la facilidad para grabar, ya que antes no llevábamos una cámara de vídeo encima y ahora prácticamente todos la tenemos en el teléfono".
Ha incidido en que "una vez que mete algo en Internet, se pierde el control sobre ello".
"La distribución de pornografía infantil es un delito, y no una broma, por lo que no se puede enviar una imagen de abusos sexuales a un amigo para reirse ni para comentar que es una barbaridad", ha recalcado.
Por eso ha insistido en que cualquiera que tenga conocimiento de que existen imágenes o vídeos de ese tipo debe comunicarlo a la Policía pero nunca publicarlo en redes sociales o reenviarlo en mensajes.
La Policía cuenta con el correo electrónico "denuncias.pornografia.infantil@policia.es" para que los ciudadanos denuncien.
Los diez detenidos en este fase de la investigación por las difusión de los citados vídeos han quedado en libertad: los mayores de edad con la obligación de comparecer ante el juzgado correspondiente y los menores ante la Fiscalía de Menores.