En el número 13 de la céntrica y gastronómica calle Plocia nos encontramos con la cervecería Patio de Plocia, un lugar casi mágico, y si no que le pregunten a Juan Romero...
Juan Romero es uno de los propietarios y con su simpatía natural nos explica que en este céntrico establecimiento el cliente puede encontrar “mucha cervecita, marisco de categoría, buen vino, una excelente decoración y mejor compañía… no porque esté yo (risas)”.
Los precios son “baratitos para que la gente repita, para que no se lo tengan que pensar dos veces antes de venir, apenas hay que mirar el bolsillo, aunque un poquito sí (risas)”.
Entre los platos que podemos degustar. “lo fundamental es el marisco, gambas, cigalas, langostinos, y a parte la comida de mi tía Charo, que son las tapitas de Charo, que es una gran cocinera que lo mismo hace un berza, que un menudo, una carrillada, las típicas comidas de nuestras madres hechas con mucho cariño. Se levanta dos horas antes que cualquier otro cocinero (risas)”. Cada día cambian las tapas, “para no cansar al cliente, para sorprender un poco y no ser muy monótonos, por eso no tenemos una carta definida sino que varía dependiendo de factores como la época del año y de lo que se le ocurra a la cocinera, que también es importante, que como todas las madres ella se levanta y se pregunta qué vamos a hacer de comer hoy”.
Aparte hay vino de la tierra, hay riojas, riberas, “aunque fundamentalmente a lo que viene el cliente es a tomarse una cervecita que la tenemos congelada… el otro día vino un esquimal y se quejó de lo fría que estaban las cervezas… no te rías que es verdad”.
Otra de las cosas que llaman la atención de este local es su decoración, reproduciendo un patio a la entrada, con una bodega y con la parte interior con las paredes empapeladas con hojas de periódicos, obra del gran Álvaro Linares, quien ya ha decorado el interior de muchos establecimientos en Cádiz, “y esta es por ahora su última obra. La verdad es que le dejamos hacer lo que quisiera y lo que le diera la gana, y lo que le dio la gana nos gustó mucho”. Eso sí, “las noticias fueron escogidas una por una, recortándolas una a una, durante más de tres meses de obra (risas)”.
El Patio de Plocia lleva abierto desde el pasado 4 de octubre, y a pesar de lo que supone montar un negocio en plena crisis económica, “estamos muy contentos, ya contamos prácticamente con ocho empleados y es una alegría dar trabajo en los tiempos que corren y más aún dar trabajo aquí en el barrio, porque somos de aquí, del barrio”.
Aparte de la buena comida, la buena bebida y el inigualable ambiente, de vez en cuando los clientes son gratamente sorprendidos por la magia, la magia a manos del propio Juan Romero, mago consumado y un artista con una baraja en la mano. Más no se puede pedir para una de esas esquinas gastronómicas creadas con cariño, ilusión y sobre todo, como mucho sabor gaditano.
