El uso doméstico de los sistemas globales de navegación por satélite (GNSS) se ha popularizado en los últimos años, sobre todo con el uso de dispositivos que se conectan con la red de satélites GPS, puestos en marcha por Estados Unidos, y que permiten la orientación y la localización terrestre. A esta popular red de satélites se les suman otras, como Glonass (Rusia), Galileo (Europa) o Beidou (China); todas envían información que los científicos utilizan, entre otras aplicaciones, para estudiar el movimiento de la tierra.
Este es el objeto de La resolución precisa del problema del posicionamiento terrestre y su implicación geodésica y geodinámica, que organiza la Universidad de Cádiz (UCA) y muestra la investigación del grupo RNM314 Geodesia y Geofísica en la Ventana a la Ciencia en Granada.
El vicerrector de Extensión Universitaria de la Universidad de Granada, Víctor Medina, junto a la directora de Secretariado de Impulso a la Investigación de la Universidad de Cádiz, Clara Pereyra, y el director científico de la exposición, Manuel Berrocoso, del departamento de Matemáticas de la Universidad de Cádiz; acompañados por el director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo, han presentado esta propuesta de la UCA en la Ventana a la Ciencia, una iniciativa de la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, en colaboración con las universidades andaluzas para acercar la ciencia a la sociedad desde las líneas de I+D que se desarrollan en Andalucía.
El registro sistemático del posicionamiento de determinados puntos terrestres a lo largo del tiempo les permite apreciar variaciones en los valores de latitud, longitud y altitud, lo cual es una evidencia clara del movimiento de la Tierra. El análisis de estas variaciones les ha servido a los investigadores de la UCA para generar modelos matemáticos que atendiendo a estos cambios ayuden a predecirlos y de esta manera prevenir algunos de los riesgos que conllevan.
A diferencia de los dispositivos domésticos que se utilizan para localizar algún sitio, y que pueden contar con errores de hasta 3 metros de diferencia respecto a la posición real, este grupo de la UCA trabaja con herramientas de precisión subcentimétrica. Sus representantes muestran, en esta Ventana a la Ciencia, estudios de campo como el realizado en Isla Decepción, en la Antártida, donde se emplean estas técnicas para el estudio de la actividad terrestre. En esta región zona volcánica, con actividad reciente, se están realizando mediciones geodésicas de alta precisión. Con los datos obtenidos a lo largo del tiempo se elaboran modelos matemáticos, de manera que al estudiar sus variaciones se puedan hacer pronósticos sobre posibles erupciones, previniendo y evitando riesgos. Con este mismo principio, se miden también puntos cercanos a fallas geológicas para analizar los movimientos de las placas tectónicas, como por ejemplo, en la región Sur de la Península Ibérica y Norte de África (SPINA). En estas técnicas geodésicas espaciales están puestas muchas esperanzas para la detección y evaluación de procesos tectónicos, sobre todo; a medida que se vayan completando y alcancen plena operatividad las redes de satélites Galileo y Beidou. Estas mismas técnicas, se emplearon con éxito en el seguimiento de la erupción de El Hierro, entre 2011 y 2014.
El visitante también aprenderá, a través de una gran maqueta, la diferencia entre la geodésica clásica, basada en la red puntos geodésicos, grandes pilones situados en lugares altos y despejados, que sirven de referencia para cálculos trigonométricos; respecto a la geodésica espacial, que toma como referencia las mediciones por satélite de puntos que no necesitan estar tan cercanos entre sí.
Además en la exposición, se pueden ver los métodos y herramientas de la investigación geográfica y geodésica, a través de dispositivos de localización: aparatos para la conexión por satélite de diferentes épocas y características o una cámara de barrido láser empleada en el estudio de túneles y cuevas. También se podrá familiarizar con la Red Andaluza de Posicionamiento, abierta al público en general a través de una página web, que indica dónde están las estaciones de referencia en nuestra región y qué datos están registrando. Esta iniciativa es ejemplo del trabajo en redes que se articulan también a nivel internacional para el estudio del posicionamiento.