Son conscientes de que llevan años soportando la congregación de aficionados cadistas desde horas antes del comienzo del partido de turno. Son conscientes de que después hay un dispositivo de limpieza para recoger todas las botellas, vasos y demás plásticos que abandonan en los alrededores del estadio Carranza.
Sin embargo, el pasado domingo 28 de agosto, en el primer partido de liga del Cádiz Club de Fútbol en casa desde que ascendiera a 2A, se tuvo que soportar el botellón desde primeras horas de la tarde, puesto que jugaba a las 22 horas, y el uso de bengalas en una zona que está saturada de edificios y población.
Ante estos hechos, el presidente de la asociación de vecinos Manuel de Falla, Rafael Barberi, afirmaba que “son muchos años con esta situación, pero sí es cierto que en las últimas fechas se ha desmadrado”.
Por eso mismo, el portavoz vecinal se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento gaditano para solicitar una reunión con el alcalde de la ciudad, José María González, para intentar apremiar “el dispositivo de limpieza, que va un poco a destiempo”. Barberi pide una mayor previsión y contundencia a la hora de limpiar las calles y que no se vean sucias y con mal olor de orín hasta altas horas de la noche. “Vamos a decirles que baldeen con más fuerza”.
La plaza Pintor Clemente de Torres es punto de encuentro de la afición cadista, lo que provoca la desazón en los bloques de la zona, que “aunque ya forme parte de nuestro día a día, consideramos que deberían ser más cuidadosos con el mobiliario urbano”, manifiestan los que residen en el entorno de esta plaza.
Este espacio fue reformado urbanísticamente hace tres años, lo que facilita la congregación de personas, e incluso de familias durante cualquier jornada, al contar también con un parque infantil.