La Guardia Civil ha intervenido cerca de doce toneladas de hachís al interceptar el pasado fin de semana cuatro desembarcos de droga en distintos puntos de los 80 kilómetros de la franja de costa comprendida entre Chiclana de la Frontera y Tarifa (Cádiz).
Se trata de la mayor cifra intervenida en los últimos años en operativos contra el narcotráfico realizados en costa, según ha informado hoy el instituto armado en una nota de prensa.
Además de la incautación de 11.786 kilos de hachís, en los operativos han sido detenidas diez personas como presuntas autoras de delitos contra la salud pública y se han recuperado tres vehículos robados que estaban siendo utilizados para la carga de la droga.
La coordinación entre las dos comandancias de la Guardia Civil de Algeciras y Cádiz ha permitido el éxito de esta operación múltiple, en la que han participado unidades de las Compañía de Tarifa, Vejer de la Frontera y Chiclana de la Frontera.
El primero de los operativos se desarrolló en Tarifa. Allí una embarcación de siete metros de eslora tocó tierra en los corrales de Punta Paloma, una zona de difícil acceso terrestre.
Cuando las patrullas llegaron encontraron la embarcación varada en la orilla junto a un vehículo todoterreno, una furgoneta que había sido sustraída en Santa Perpetua de la Moguda (Barcelona).
En la barca y el vehículo fueron hallados 111 fardos de hachís, con un peso de 3.500 kilos.
Pocas horas después, patrullas terrestres de la Guardia Civil sorprendieron a cinco personas que trasladaban fardos de hachís desde una zona de la playa de Los Lances, también en Tarifa, hasta el arcén de la carretera.
Cuando desplegaron el operativo policial, los porteadores emprendieron la huida. Dos de ellos fueron detenidos en el lugar y los otros tres tras una persecución.
Tras las detenciones, los agentes inspeccionaron la zona e intervinieron 42 fardos de hachís (1.260 kilos) que habían llegado a la playa en una embarcación neumática que, tras el desembarco de la droga, fue destrozada por los narcotraficantes.
A apenas 50 kilómetros, en Barbate, otros agentes de la Guardia Civil vieron en la playa conocida como "Botero" cómo una embarcación, de las usadas habitualmente para el narcotráfico, se alejaba de la costa mientras un vehículo todoterreno intentaba marcharse del lugar.
Los agentes consiguieron detener a su conductor, un vecino de Barbate que en la parte trasera del todoterreno, que había sido robado, llevaba 50 fardos de hachís (1.500 kilos).
Poco después, en la playa del río Cachón, en el mismo término municipal, fue localizada una embarcación varada en la orilla con dos motores.
Al sospechar de ella, ya que era del tipo de lanchas utilizada habitualmente por narcotraficantes para el transporte de droga, y ante la sospecha de que se hubiera producido un desembarco de estupefaciente, los agentes rastrearon a la zona y localizaron 42 fardos de hachís (1.260 kilos) a unos metros de la embarcación.
En Conil de la Frontera se produjo otra intervención de droga, en la Cala Frailecillo.
Allí fue hallada una embarcación a la deriva en el mar que había sido arrastrada mar adentro por el fuerte oleaje, después de que los narcotraficantes hubieran desembarcado un cargamento de droga.
En la orilla se dejaron 53 fardos de hachís (1.590 kilos), que la Guardia Civil intervino.
Otra de las intervenciones se produjo en Chiclana de la Frontera.
Los agentes observaron cómo una embarcación de nueve metros de eslora se adentraba en la playa y activaron un dispositivo para interceptarla.
Cuando los guardias civiles llegaron a la playa vieron cómo un vehículo que aguardaba en la orilla salía huyendo a gran velocidad.
Fue perseguido por los agentes, pero los ocupantes huyeron dejando abandonado el coche en una calle de la localidad.
Entre tanto, otros guardias se lanzaron al mar para interceptar la embarcación que se estaba aproximando a tierra. Detuvieron a los cuatro tripulantes y aprehendieron 89 fardos de hachís (2.670 kilos).