Tras el convulso año pasado, la hermandad del Señor del manto rojo vuelve a realizar su salida procesional desde su sede canónica de San Pablo. La cofradía de centro gaditana, volvía a plantarse en busca de la Catedral desde el corazón de la calle Ancha.
El Señor que tallara Montes de Oca, de mirada sencilla, luce en un paso de misterio que avanza en su terminación y que en pocos años será una de las grandes joyas del patrimonio cofradiero gaditano.
Detrás, su Madre de Las Angustias, acompañada por el discípulo amado bajo su palio de malla. Clasicismo en las hechuras de una dolorosa especial para Cádiz.