El consejero de Salud, Aquilino Alonso, ha valorado el trabajo de la Inspección de Farmacia de la Junta, así como la coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que "ha demostrado que funcionado" para el desmantelamiento de una red que falsificaba recetas privadas para medicamentos que luego vendían en Marruecos.
En declaraciones a los periodistas, Alonso ha señalado que la investigación se inició a raíz de una "inspección rutinaria" que se hizo por parte de la Inspección de Farmacia, donde observaron en una de ellas que "había recetas privadas que dieron la sensación de que estaban falsificadas".
Según ha explicado el consejero, a partir de ahí, hicieron un análisis "más profundo" y, "convencidos de que podía haber falsificación", lo pusieron en conocimiento de la Policía Nacional, y posteriormente con la intervención también de la Guardia Civil, con la participación y colaboración de la Inspección de Servicios Sanitarios.
En este sentido, Alonso ha señalado finalmente que "ese es el objetivo de la inspección, garantizar la seguridad en el uso de los medicamentos y lo que demuestra es que han funcionado tanto la Inspección de Servicio como la coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".
Cabe recordar que agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han desmantelado un entramado que en dos años falsificó unas 50.000 recetas con las que compraban benzodiacepinas, que después vendían de forma ilegal en Marruecos. En total han sido detenidas 18 personas por un presunto delito contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y falsedad documental.
Según indicó la Policía, la operación se inició en abril de 2015 a raíz de una inspección en una farmacia de Cádiz, cuando la Inspectora de Farmacia de la Delegación Territorial de Cádiz comprobó un aumento en la falsificación de recetas médicas privadas para obtener un medicamento que contenía clonazepam como principio activo, por lo que puso dicha información en conocimiento de los agentes de la Policía Nacional.