Semanas intensas para las Fuerzas de Seguridad del Estado en la provincia de Cádiz. Los agentes han tenido que lidiar con graves episodios relacionados con el narcotráfico, como lo ocurrido en La Línea o en Chipiona, mientras que el goteo de pateras sigue produciéndose sin pausa. Las labores a desarrollar en la provincia de Cádiz son más complicadas que en otras zonas de España, y para colmo, deben hacerlo con merma tanto en medios materiales como humanos. Sobre estos temas y otros como la ansiada equiparación salarial hemos hablado con José Encinas, agente de la Guardia Civil y secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles en la provincia de Cádiz
“Lo que está ocurriendo en la provincia de Cádiz, y en este caso en La Línea, es surrealista… vemos cómo se procede a la detención de un individuo que está en busca y captura, que pertenece a un clan bastante conocido de narcotraficantes, y cuando es trasladado a un hospital para que le atiendan de unas heridas, en la zona se presenta hasta veinte personas encapuchadas, con palos y cuchillos, para proceder a su liberación a pesar de estar custodiado por dos agentes, a los que dañan”, explica a este medio.
“Es totalmente inconcebible… llevamos años denunciando la escasez de plantilla que tenemos tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional en el Campo de Gibraltar concretamente y en la provincia de Cádiz en general, y esto demuestra que nuestra reclamación es más que justa”, indicó a este medio.
Encinas insiste en que “es una persona conocida, que está en busca y captura, con antecedentes graves… por lo que lo que se tendría que haber hecho es activar el mayor número de agentes posible para esa custodia, no dejar solo a dos agentes con el riesgo que ello conlleva para sus propias vidas”.
“Esta acción demuestra la falta de respeto y la impunidad con la que están actuando los narcotraficantes… el principio de autoridad se ha perdido”, lamenta.
Al respecto, desde la AUGC “consideramos que una de las principales cuestiones que deben llevar a cabo desde el Ministerio del Interior es dar cuenta a lo que venimos reclamando, que se implanten unas medidas, como es el incremento de las plantillas porque solo por parte de la Guardia Civil hay un desequilibrio de quinientos agentes en la provincia, y por supuesto otras medidas paralelas como una fiscalía específica contra el narcotráfico, un juzgado específico contra el narcotráfico para toda la provincia… y otras medidas más centradas en la educación con la participación de la Junta de Andalucía que es quien tiene las competencias”.
Encinas advierte de que “hay parte de la juventud que cree que esto es normal, que piensan que los narcotraficantes pueden actuar con normalidad…y llevamos tiempo diciendo que esto puede convertirse en un ‘Medellín’… espero que no se llegue a tal extremo”.
Y es que a nadie se le espapa que “la provincia de Cádiz, siempre lo hemos dicho, que por su situación geográfica es una provincia muy conflictiva. En narcotráfico estamos a la cabeza porque somos la puerta de entrada hacia Europa. Tenemos el caso de lo que ocurrió esta semana en el acuartelamiento de la Guardia Civil de Chipiona donde hicieron un brutón en uno de los garajes con la intención claramente de sustraer la droga que hay ahí depositada. Lo primero que queremos decir desde la AUGC es que no podemos permitir que los acuartelamientos se conviertan en depósitos de drogas. No están habilitados, ni están preparados para esa labor. Y el compañero que esté de servicio tiene otras labores que la de vigilar la droga. Obviamente atenta contra los riesgos labores de los agentes. Para eso en la provincia de Cádiz tenemos unos depósitos, uno en la Subdelegación del Gobierno en la capital y otro en Algeciras”.
“Vemos que lo que ocurre en la provincia de Cádiz no es lo corriente en otras zonas, sobre todo en lo relacionado con el narcotráfico”, para poner como ejemplo que “esta semana vimos cómo se detuvo en Algeciras a uno de los históricos narcotraficantes de cocaína como es Sito Miñanco. Este hombre no se dedica al hachís, siempre se ha dedicado a la cocaína. ¿Qué quiere decir esto?.... Pues que se están utilizando las rutas de entrada de hachís para la cocaína. A parte de la que ya se introduce a través de los contenedores por vía marítima”.
“Ya no es solo la cercanía a Marruecos. Se está utilizando toda esa infraestructura, que antiguamente se utilizaba para introducir a migrantes, luego para el hachís y ahora para la cocaína”, comenta.
Y claro, la violencia aumenta con la cocaína porque “hablamos de cuantías económicas y los beneficios entre una droga y otra son bastante considerables. La utilización de medios de autodefensa, por decirlo de alguna manera, es distinta también”.
Encinas explica que “en el tráfico de hachís siempre se ha considerado una especie de guerra entre los narcotraficantes y los cuerpos de seguridad del Estado, pero siempre ha existido un cierto respeto, unos límites… pero al hablar de cocaína, la cosa cambia. Lo hemos visto con los disparos durante la detención de la banda de Sito. No es la primera vez que se intercepta armas de gran calibre en algunas operaciones en el Campo de Gibraltar. En 2017, como mínimo, se han interceptado cinco Kaláshnikov. Hablamos de palabras mayores”.
No en vano “el perfil del narcotraficante que está actuando en la provincia de Cádiz está cambiando, es mucho más violento porque la mercancía genera muchos más beneficios”.
Ante esta situación “no hace falta ser un experto para saber la carencia de medios y de personas que existe en los cuerpos de seguridad del Estado en la provincia de Cádiz. Y eso lo saben los narcotraficantes y puede ser uno de los motivos por los que la cocaína comienza a entrar por la zona”.
Por eso desde la AUGC “llevamos años demandando la actualización de todos los medios técnicos con los que se trabaja en la lucha contra el narcotráfico, especialmente con el SIVE. La estación del SIVE de Conil sigue sin arreglarse desde que la quemaron adrede, estampando un coche repleto de bidones de gasolina”.
Así, denuncia que “las estaciones SIVE de la provincia fueron las primeras que se instalaron en España y están obsoletas. Hay que modernizarlas. Se debe emplear la última tecnología para facilitar el trabajo de nuestros compañeros”.
Además, “ si no hay guardias, o policías, en tierra para interceptar tanto las entradas de droga por mar como en las intervenciones por tierra, pues todo el trabajo se ve resentido”.
“Tenemos coches en Barbate, en Chiclana, en Conil, en Algeciras, con más de 400.000 kilómetros. Vehículos que operativamente hablando no sirven. A la hora de la verdad, cuando tienes que desarrollar un servicio, estás más pendiente a la seguridad propia debido a las condiciones técnicas del vehículo, aunque haya pasado la ITV, pero hay situaciones vergonzosas con asientos sujetos por cajas, los parasoles con celo para que no se caigan mientras conducen, y por supuesto, mecánicamente hablando, un coche con 400.000 kilómetros no es operativo a la hora de patrullar unas carreteras o unas playas en la provincia”, relata Encinas.
Y aquí hablamos de la inmigración. “Estamos en Alerta 4, es decir, que no es inminente un ataque terrorista pero sí que existe una extrema precaución a la hora de controlar las fronteras y en el acceso de migrantes a nuestro territorio”, por lo que “ya no es solo el problema del narcotráfico. La provincia de Cádiz, junto a Granada, ha recibido una cantidad tremenda de migrantes. En Tarifa han sido más de 7.500 en 2017. La escasa plantilla con la que contamos no solo se tiene que dedicar a luchar contra el narcotráfico, y es que casi el 90 por ciento de los servicios desarrollados por los compañeros de Tarifa ha sido en servicios humanitarios, en el rescate de personas y la recogida de migrantes en el puerto de Tarifa y Barbate. Luego está su posterior traslado hasta las diferentes comisarías de Policía Nacional que se encargan de decepcionarlos”.
Al final, “debido a esta escasa plantilla, la seguridad ciudadana queda muy mermada. Exceptuando las localidades donde la Policía Nacional tiene sus competencias, hablamos de cinco o seis localidades costeras, en el resto la seguridad ciudadana es competencia de la Guardia Civil. Si las pocas patrullas que tenemos están dedicadas a la lucha contra el narcotráfico o a la recepción de migrantes, obviamente el resto de funciones quedan mermadas. También ocurre en la Sierra de Cádiz”.
“La manta no da para tapar todo”, señala.
“Desafortunadamente, el envejecimiento del parque móvil de la Guardia Civil es preocupante y afecta también a los autobuses que se encargan del traslado de los migrantes. En alguno de ellos entra agua por las ventanillas y hablamos de que están selladas. No es un acristalamiento normal”, indica.
Para concluir, tratamos otro tema de actualidad como es la
equiparación salarial. “No es una cuestión de ahora”, señala Encinas para añadir que “desde la AUGC llevamos muchos años reclamando la equiparación salarial. Creo que desde que las policías autonómicas comenzaron a distanciarse económicamente hablando, y también en medios, siempre hemos denunciado ese agravio comparativo”.
“Ahora hemos cogido un impulso importante desde un tiempo a esta parte, hay una unidad de acción entre sindicatos, asociaciones profesionales y no profesionales. Teníamos una promesa del Ministerio de Interior en el que decía que era factible la equiparación y habló de 1.500 millones en tres años para lograrlo. Pero la semana pasada nos encontramos que ahora son 600 millones y claro, no estamos dispuestos a aceptar esa propuesta porque no hablamos de una subida de sueldo, hablamos de equiparación salarial”, matiza para concluir.