Como platos se le quedaron los ojos cuando entró por primera vez en la Biblioteca. Desde que aprendió a leer, hacía dos años, nunca se le antojaba hojear ninguno de los títulos que había en casa. Valeria se mostró entusiasmada con eso de tener un carnet, de poder coger un libro, llevártelo a tu cuarto y devolverlo a las semanas. Desde entonces se convirtió en fiel lectora de los títulos de la colección de Barco de Vapor. Sin embargo, reconocidos títulos como Gerónimo Stilton o el Diario de Nikki, que adoran cientos de pequeños de este país, no eran de su agrado. Parafraseando el dicho: el libro de los gustos está en blanco. De ahí que sea realmente importante poder acertar en la selección y nada más favorecedor que entrar en una biblioteca o en una librería para que elijan entre todas las opciones.
En Cádiz, en la Biblioteca Provincial se celebraba un acto por el Día del Libro Infantil y Juvenil donde medio centenar de estudiantes de Primaria del CEIP Celestino Mutis conversaba con la ilustradora Tesa González alrededor del libro ‘La pastelería’, un álbum ilustrado en el que se cuenta la historia del afamado pastelero Kuchen, que se instala inesperadamente al final de la calle Strasse. Mientras tanto, en la Biblioteca Municipal, el mismo día 2 de abril, que coincide con la conmemoración del nacimiento de escritor y poeta danés Hans Christian Andersen, se entregaba el premio a la lectora del mes, que recaía en la pequeña Manar El Kaoutit. En Cádiz, a través del Plan Lector se busca el fomento de la lectura con el claro objetivo de configurar una ciudad lectora.
En la Biblioteca Provincial, que todas las tardes se llena de niños y niñas, y que cuenta con un importante número de socios, los más pequeños tienen la posibilidad de disfrutar los martes y jueves de actividades infantiles. Hay títulos para todos los públicos. Desde los destinados a explorar más a fondo los sentidos del tacto, el olfato, la vista o el oído, hasta aquellos más musicales que despiertan el interés de los bebés.
Títulos como ‘La Gallina Hambrienta’, de Richard Waring, o ‘El Regalo’ –que puede considerarse como uno de los libros imprescindibles en la biblioteca particular de cada uno- de Gabriela Keselman son algunos de los más demandados por quienes visitan la biblioteca. Con la obra de Keselman, explicaba Andrés García, de la Biblioteca Provincial, no sólo se entretiene a los más pequeños, también se abordan cuestiones como la superficialidad, el concepto del cumpleaños, los regalos y lo que verdaderamente necesita un niño. Además de los cuentos de toda la vida, de los libros de princesas o de series de dibujos animados, colecciones como Futbolísimo o Gol se convierten en compañeros de estantería de muchos niños y niñas de este país.
También llaman la atención entre los pequeños los temas escatológicos que tienen su principal exponente en ‘El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza’ de Werner Holzwarth. Como explicaba Andrés García, “levanta pasiones entre ellos, no hay más que ver cómo interactúan a la hora de contarlo”, cómo quieren saber cuál es el final o como se aventuran, con su imaginación, a adelantarse al hilo conductor.
El sector hay que mirarlo con optimismo, en estos momentos. Según los datos del Observatorio de la Lectura y el libro. Los últimos datos que se manejan son de 2016, cuando se publicaron 9.317 nuevos títulos infantiles y juveniles, un 17,7% más que en 2015, lo que representa casi el 11% del total del sector. Ahora lo que hay que intentar es fomentar la lectura entre los pequeños dejando que sean ellos mismos los que decidan qué quieren leer.