Alfonso Pozuelo, delegado del Estado para la Zona Franca de Cádiz, actualmente en funciones, realizó un balance de sus 18 años al frente del recinto fiscal “es realmente positivo en términos generales. Hemos hecho un gran esfuerzo para equilibrar el presupuesto, en equilibrar los gastos y los ingresos, y también de cara a continuar con la expansión de la Zona Franca en la provincia”.
“Evidentemente se ha frenado la compra de suelo”, indicó Pozuelo para añadir que la fórmula ha sido “no gastar más de lo que tenemos. Es decir, igual que una economía doméstica”. En total, desde 2017, ha reducido las pérdidas de once millones a tres millones. “Un resultado increíble”, añadió.
“Han quedado algunas cositas por hacer pero estoy seguro que el nuevo o la nueva delegada que venga continuará con este trabajo”, indicó.
De lo que más orgulloso se mostró fue de su gestión económica ya que “hemos reducido las pérdidas en más de un 50 por ciento, lo que conlleva equilibrar el presupuesto que era uno de los principales objetivos que nos marcamos al llegar. Aprobamos en el Pleno del Consejo de Zona Franca enero de 2017 el plan de viabilidad y lo hemos seguido a rajatabla, dándonos unos resultados económicos muy importantes”.
A modo de curiosidad, resulta que en junio concluía la concesión de la Zona Franca ya que así lo establecen la Ley de Costas y la Ley de Protección del Litoral respecto a las concesiones administrativas sobre terrenos que fueran de costa. “Nosotros lo que hemos hecho ha sido solicitar una prórroga de esa concesión y entre cuestiones jurídicas sobre si la competencia era de la Junta de Andalucía o del Estado, al final se ha determinado que correspondía a este último y hace pocas fechas me comunicaron, de forma verbal, que se nos concede la prórroga por otros 75 años, con lo cual garantizamos la permanencia de la Zona Franca en Cádiz… y a coste cero”, indicó Pozuelo.
Respecto a las perspectivas alrededor de la llegada de la empresa Torrot a Altadis, Pozuelo indicó que “todo marcha según lo previsto. Las obras que nos corresponden va a un ritmo magnífico y esperamos tenerla terminada en octubre. Esperemos que no haya ninguna circunstancia ajena a nuestra voluntad que la retrase”.
Con Torrot, Alestis, Friking y la posible llegada de Grabar Energy, la compra de Altadis por parte de la Zona Franca “fue todo un acierto. Era una oportunidad que no podíamos perder. Era necesaria para su expansión por ensanchamiento y para el mantenimiento de la actividad industrial en Cádiz. Fue una compra que se realizó en el año 2015 y que desde el principio se sabía que era positiva para la Zona Franca.
La idea es “mantener naves muy grandes y lo que pretendemos es que vengan industrias que necesiten esos metros para crear industria, riqueza y empleo”.
También habló sobre el proyecto de
Grabat Energy y que está sobre la mesa. El proyecto constaría de cuatro fases que se extenderían hasta el año 2027, donde la empresa prevé facturar en Cádiz unos mil millones de euros y generar hasta 1.200 puestos de trabajo. La primera fase contaría con una inversión de entre 42 y 45 millones de euros y, si se llegase a firmar el contrato para que se instale en Altadis, daría comienzo en septiembre de este mismo año. Una fase que se alargaría hasta septiembre de 2021 y en la que tiene previsto ocupar unos 10.000 metros cuadrados en la nave U de Alestis, generando unos 450 empleos.
“No hay nada firmado aún”, indicó Pozuelo, aunque no dudó en afirmar que de convertirse en una realidad, la Zona Franca de Cádiz vería aumentada de forma considerable la cantidades que recibe del impuesto de sociedades, ya que ingresaría una parte proporcional de lo que la empresa genere en Cádiz. Unas cantidades que obligatoriamente deben reinvertirse en la zona.
De todas formas, es un proyecto que deberá cerrar o no su sucesor en el cargo y que todavía está en el aire. “Si no es una realidad, no me gusta vender nada, porque luego puede ser humo”, indicó.
Grabat Energy, empresa española perteneciente al grupo Grapheno Composites, fabricaría en el recinto fiscal baterías de grafeno, las cuales se venderían mayormente en el mercado chino.
Las baterías basadas en esta tecnología de grafeno garantizan “el
desarrollo de entornos más limpios y sostenibles, ya que poseen una capacidad suficiente para ser viables en el sector del almacenamiento de energías renovables y de la movilidad eléctrica”.
Tal y como recoge su página web, la empresa interesada en montar su segunda planta en Cädiz, creó “ la batería que carga el coche en ocho minutos gracias al grafeno” y su sede actualmente está en la localidad murciana de Yecla. “Es el resultado de la unión de fuerzas entre Graphenano, compañía española productora de grafeno a escala industrial, el grupo de Química de la Universidad de Córdoba y la empresa Grabat Energy”.
Al respecto y como ya hemos mencionado, Grabat Energy pertenece al
grupo Graphenano, empresa esta líder en la producción de grafeno a escala industrial, de la cual adquiere el grafeno como materia prima para incorporar a su tecnología.
“Las celdas de polímero de grafeno desarrolladas por Grabat Energy suponen una
innovación tecnológica para muchos sectores cuyo progreso está vinculado al avance en el campo de la energía, especialmente en sistemas de almacenamiento”, indican.
El pasado mes de febrero de 2016, Grabat Energy hizo público su acuerdo con la multinacional asiática
Chint como socio estratégico de la compañía española y que le está ayudando en su política de expansión y en la apertura del citado mercado.
Este proyecto tendría ya que ser aprobado por el equipo del nuevo delegado del Estado para la Zona Franca, un cargo que actualmente desarrolla en funciones Alfonso Pozuelo. Su sucesor o sucesora será designado en los próximos por la recientemente nombrada ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Un movimiento que viene dado por la moción de censura presentada por contra el ya expresidente Mariano Rajoy.