Sólo el Ministerio de Educación ha dispuesto para este curso 98,2 millones de euros, un 3,6% más que el año anterior, para convenios con CCAA, con el fin de cofinanciar programas autonómicos para la enseñanza obligatoria (primaria y ESO).
El modelo más habitual, de implantación progresiva por cursos, suele consistir en la adquisición de libros y otro material didáctico y escolar por las consejerías autonómicas de Educación, que quedan en depósito de los centros y pasan de unos alumnos a otros.
A veces las familias tienen que hacer aportaciones dinerarias, siempre inferiores a lo que les costaría comprar todos los libros.
En otros casos, el Ministerio convoca ayudas específicas para la compra por los particulares de hasta 104 euros por alumno, con un aumento medio del cuatro por ciento este año.
Las que conceden las comunidades pueden variar entre los 100 y los 180 euros en función de factores como el nivel educativo o la renta familiar.
En la Comunidad Valenciana, el presupuesto para este año es de 50,8 millones de euros, y en Madrid llega a los 30 millones de euros.
Este año se tienen que renovar al menos los libros de quinto y sexto de primaria, ya que entran en vigor las nuevas enseñanzas de estos cursos derivadas de la Ley Orgánica de Educación, de 2006.
Los de primero y segundo de primaria suelen cambiarse todos los años por tratarse de manuales de trabajo, y el resto cada cuatro, o antes si el estado de conservación lo aconseja. Los precios de los libros de texto para el curso que está comenzando han subido un 1,8% de media, según la asociación que agrupa a los editores (Anele).
En cuanto al coste medio por alumno, la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI) lo calcula en 183 euros; en el curso anterior, varió entre los 62 euros en infantil, 136 en primaria y 138 en ESO, según datos de Anele.
ESTUDIAR CON LIBROS USADOS
Según información facilitada a Efe por las Consejerías de Educación, ocho de las diecisiete comunidades han optado por el sistema de préstamo-reutilización, de implantación progresiva por cursos.
En Andalucía las familias con hijos en centros públicos y privados concertados de las enseñanzas obligatorias no tienen que abonar nada, pues los libros, que se usan en régimen de préstamo desde 2005, pertenecen a la administración y están depositados en los centros escolares.
Mientras que en Aragón, el programa de gratuidad alcanza ya al cien por cien de los niños de enseñanzas obligatorias de centros sostenidos con fondos públicos.
En Baleares: programa de reutilización (de implantación aún parcial en primaria y ESO) basado en un fondo de libros de titularidad del centro, que se nutre de aportaciones dinerarias de la Consejería de Educación, de las familias, y otros organismos, y que llega este año a 15.500 estudiantes.
Por su parte, en Canarias: el uso gratuito de los libros alcanza este curso a toda la primaria y hasta tercero de ESO de los centros públicos y hasta quinto y sexto de primaria de los privados concertados que lo soliciten.
La inversión es de 10 millones de euros, de los que el gobierno regional aporta 7,8 millones y el resto es contribución del Ministerio de Educación. Los alumnos de primero y segundo reciben todos los años un ayuda para libros de trabajo.
En Castilla-La Mancha todos los alumnos de niveles obligatorios de la enseñanza pública y concertada (218.000) disponen de libros gratuitos, en lo que la Consejería de Educación gasta 16,5 millones de euros.
En Extremadura el gobierno regional dota de libros y material a los centros públicos que escolaricen alumnos de familias numerosas y desfavorecidas, por importe de 8 millones de euros, y destina un millón de euros a los concertados.
En Navarra hay un sistema de préstamo de implantación progresiva, que este año beneficiará a cerca de 37.000 estudiantes de primaria y ESO.
En el País Vasco se aplica el préstamo en los centros públicos de primaria, aunque las familias abonan 25 euros como canon por buen uso. La Diputación de Álava subvenciona la compra con 50 euros en el segundo ciclo de infantil, 90 en primaria y 140 en ESO, y aporta los 25 euros si la familia prefiere el sistema de préstamo del Gobierno regional.
Además, en otras comunidades, los alumnos reciben un dinero para comprar libros nuevos. Así, en Asturias las ayudas de adquisición para 66.000 alumnos, desde los 104 euros en primaria hasta los 130 en ESO para un máximo de renta de 60.000 euros (o superior según las circunstancias familiares), con un gasto regional de 5,5 millones de euros, más 1,7 millones que aporta el Gobierno de la nación.
Cantabria sigue el modelo de cheque-libro para 48.000 familias, con un valor de entre 104 euros en primaria y 150 en secundaria, con una inversión autonómica de 6,7 millones, de los que un millón procede de la administración del Estado.
En Castilla y León se destina 15,7 millones de euros en ayudas para unos 165.000 alumnos, que reciben entre 116 (primaria) y 136 y 150 euros (ESO), siempre que la renta familiar sea inferior a 60.000 euros.
En la Comunidad Valenciana se usa el sistema de bono-libro, dotado con 50,8 millones de euros, para los cursos de primaria, con ayudas desde 122 a 132 euros por alumno, y becas en secundaria de hasta 125 euros.
En Madrid la Consejería de Educación ha introducido este año un sistema de “tarjetas monedero”, cargadas con becas de ayuda de entre 65 y 110 euros para la compra en establecimientos autorizados, que suponen una inversión de 30,8 millones de euros. Beneficiarán 311.186 familias con hijos en infantil, primaria y secundaria, fundamentalmente de centros públicos y privados concertados, aunque también a algunos privados.
Por último, en Murcia unos 118.000 alumnos se aprovechan del “bono-libro” de 100 euros en los cuatro primeros cursos de primaria y 150 euros en primero, segundo y tercero de ESO. La inversión es de 16,7 millones de euros (12,5 millones aportados por el Gobierno de la región y el resto por el central).
Además, Cataluña, Galicia y La Rioja hacen uso de un sistema mixto combinando becas y la reutilización de libros.