Así lo hizo saber ayer el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien en Milán expresó su temor de que la cifra de muertos siga aumentando, dado que aún queda una treintena de personas desaparecidas, al tiempo que manifestó su intención de viajar ayer mismo a Messina, algo que finalmente fue pospuesto para hoy.
“Desafortunadamente la situación es muy problemática. La ciudad (de Messina) está completamente aislada y hay ríos de fango y desprendimientos”, dijo Berlusconi, en unas declaraciones que recogen los medios de comunicación italianos.
“Estamos transportando a las personas de cinco en cinco, con los helicópteros del Ejército. Hay ya unos veinte muertos y treinta desaparecidos. Al final puede haber al menos 50 muertos”, añadió.
Berlusconi explicó que durante la madrugada de ayer los bomberos tuvieron que detener su trabajo porque existe un “riesgo alto” de nuevos aludes de fango y calificó de “muy grave” la situación que se vive en Messina, donde 40 heridos aún siguen hospitalizados y más de 400 personas han tenido que ser evacuadas de sus casas.
En una rueda de prensa en la sede de la Gobernación Civil en Messina, el jefe de la Protección Civil de Italia, Guido Bertolaso, afirmó, sin embargo, que, aunque haya entre 35 y 40 desaparecidos, este número ira disminuyendo poco a poco, puesto que creen que muchos de ellos se han podido refugiar en casas de amigos.