Se mantienen los grupos de riesgo que serán vacunados: el personal sanitario, incluidos los trabajadores de las residencias de la tercera edad; los servicios esenciales, Fuerzas de Seguridad, bomberos y funcionarios de Prisiones, entre otros, junto con embarazadas y enfermos crónicos a partir de los 6 meses de edad.
A las mujeres en estado se les administrará una vacuna no adyuvada –sin sustancias que aumenten la potencia inmunológica del antígeno–, para lograr “un plus de seguridad” en este colectivo por haberse probado ya suficientemente con la gripe estacional.
Sanidad ya cuenta con una partida de este tipo de tratamiento, que está incluida en los 37 millones de dosis adquiridos hasta el momento, concretamente de la empresa Novartis, si bien la ministra ha anunciado que se ha hecho un nuevo encargo de vacunas no adyuvadas a otros laboratorios farmacéuticos como Sanofis y Baxter.
Ha informado de que se aplicará una sola dosis a los adultos entre 18 y 60 años, mientras que para los menores y mayores de estas edades la recomendación fija el empleo de dos tratamientos.
En cualquier caso, ha adelantado que los ensayos clínicos podrán exigir más adelante una dosis única para toda la población, algo que, ha aventurado, ocurrirá “casi con toda probabilidad”.
En el caso de los niños, la titular de Sanidad ha explicado que hay “una incidencia relativamente más alta” entre ellos, pero la mayoría cursan con “cuadros muy leves”, y ha añadido que “ningún país de la Unión Europea ha recomendado de manera formal” el que se les vacune.
Jiménez ha reconocido que al personal sanitario “no le gusta vacunarse” aunque sería lo adecuado por su cercanía con personas inmunodeprimidas y para evitar que haya bajas laborales “amplias” de facultativos, en el caso de que se produjera un repunte de los contagios.
No obstante, ha confesado que la vacunación es voluntaria ante esta epidemia “leve” y “es respetable que haya dudas” a la hora de decidir someterse o no a la inmunización. “No noto que haya un clamor ciudadano para acceder a la vacuna”, ha comentado, una vez superado el clima de alarma generado al comienzo de la pandemia.
La ministra ha confirmado que el 1 de noviembre volverán los antivirales –Tamiflú y Relenza– a las farmacias, para que puedan ser adquiridos con receta médica, después de que el pasado mes de mayo se trasladaran a los centros hospitalarios para evitar un acopio indebido de los mismos.
Aunque los servicios públicos puedan administrarlo gratuitamente a los pacientes que consideren oportuno, su venta en las boticas “no formará parte de la prestación farmacéutica”.
En cuanto a la fecha de comercialización en el canal privado de las vacunas, siempre con receta, ha precisado que dependerá de cuándo las empresas estén en condiciones de proveer a los particulares, previsiblemente en torno a diciembre o enero.
Jiménez ha insistido en que España cuenta con tratamientos suficientes para inmunizar al 60% de la población de este país, donde se han registrado unos 250.000 casos de gripe A y más de cuarenta fallecimientos.
Ayer mismo, una mujer de 72 años, que presentaba un cuadro de insuficiencia respiratoria y otras patologías asociadas, fallecía en Cantabria por la gripe A.
La Consejería de Sanidad del Gobierno cántabro informó en un comunicado de prensa del fallecimiento de esta persona, a raíz de “complicaciones derivadas” de la gripe H1N1.
"ESTRATEGIA DE ORGANIZACIÓN"
Preguntada sobre por qué otros países como Italia, Francia y Reino Unido se han adelantado a España en la inmunización de su población, la ministra ha achacado esta decisión a la “estrategia de organización” de las propias comunidades, porque en algunas todavía no ha concluido la campaña de la gripe estacional.
La tasa de incidencia estimada esta semana –100 casos por cada 100.000 habitantes– es similar a la de la anterior –98,65 casos por 100.000 habitantes–, una situación que ha calificado de “estabilidad”.
En el caso de que sobren vacunas, por la limitación a una dosis, la ministra ha subrayado que España está dispuesta a estudiar esta posibilidad en el marco de la Unión Europea o también “a través de la iniciativa Obama”, que ya está en funcionamiento.
Por su parte, el coordinador del Grupo de Infección de la Semergen, José Luis Cañada, recomendó ayer vacunarse contra la nueva gripe a todas las personas que puedan, porque al no haber, lógicamente, para todos, se deberá administrar de manera racional a los grupos que tengan más riesgos.
“La mejor forma de prevenir la enfermedad es la vacunación”, ha dicho en rueda de prensa Cañada, también del grupo multidisciplinar de estudio de la gripe de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), quien ante los temores que suscita la nueva vacuna ha dicho que “el miedo es libre”.
Sin embargo, ha explicado que todos los años la vacuna contra la gripe estacional es nueva, incluida la de esta campaña, y tiene la misma experimentación que las de la A, y ha dicho que es recomendable que comience la vacunación en cuanto estén disponibles las vacunas.
Este médico ha participado en una rueda de prensa dentro del 31 Congreso Nacional de la Semergen, que se celebra en Zaragoza, y en el que se debate sobre la gripe A, una enfermedad de la que “posiblemente se haya generado más miedo del preciso” y que “se ha desmadrado un poquito”.
En su opinión, el “pavor” generado ante la aparición del nuevo virus se debe a que es la primera vez que circula, a sus diferencias genéticas y de procedencia (porcina) con los anteriores B o C y a que se ha transmitido al hombre, además de aparecer una gripe fuera de la temporada habitual.