El cuidado y la preservación del agua es uno de los principales objetivos para el desarrollo sostenible de Naciones Unidas y su Agenda 2030, que busca “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos” . Y es tal la importancia vital de este elemento para el equilibrio medioambiental del planeta que este año el Día Mundial del Agua está dedicado a la lucha contra el cambio climático.
En esa pugna por hacer frente a la crisis climática, desde la empresa municipal Aguas de Cádiz se vienen realizando esfuerzos con el fin de eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero así como para reducir la huella hídrica.
Huella de carbono
Aguas de Cádiz es la única empresa operadora de agua de España (y una de las 26 de toda España) que cuenta con el reconocimiento del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Democrático por compensar totalmente sus emisiones CO2 ya que garantiza la huella de carbono nula o Emisión Cero. La compensación total de la huella de carbono quiere decir que cumple con tres requisitos establecidos: calcular, reducir y compensar. Es decir, Aguas de Cádiz posee los tres sellos que emite el Ministerio sobre el registro de huella de carbono con los sectores de Calculo, Reduzco y Compenso. Este último sello lo ha conseguido en 2019 -de acuerdo al ejercicio del año anterior, del 2018- puesto que el año pasado la empresa ha compensado las escasas toneladas de CO2 que emite mediante el sistema de reforestación.
Para ello, desde hace dos años, Aguas de Cádiz decidió apostar en el área de movilidad y transporte por un parque móvil con vehículos 100% eléctricos y/o híbridos, con camiones para la limpieza de redes de última generación que restringen al máximo sus consumos y emisiones de CO2 y valorar en todas las licitaciones aspectos medioambientales entre los que se incluyen los vehículos de tracción 100% eléctrica.
Asimismo, en el apartado energético, la empresa municipal sólo compra a comercializadoras energía eléctrica certificada como 100% renovable en origen, al tiempo que reduce sus propios consumos a los que contribuye con la auto producción. Además, ha acometido en los últimos años una optimización de las potencias contratadas y ha eliminado el consumo de energía reactiva. Como resultado, y al margen de los beneficios para el medio ambiente, cabe destacar que con estas medidas Aguas de Cádiz ha ahorrado hasta 300.000 euros en un año.
Respecto a los residuos generados por la actividad de la empresa, todos son procesados en la planta de la empresa Biorreciclaje donde son reciclados y/o reutilizados.
Huella hídrica
Otro de los objetivos medioambientales que se ha marcado Aguas de Cádiz pasa por la reducción de su huella hídrica, esto es, la cantidad de agua que de forma directa o indirecta consume en el desempeño de sus funciones. El control de fugas en la red de canalización o la reutilización de los excedentes de agua de las piscinas municipales (la del pabellón Ciudad de Cádiz y la de Astilleros) para el riego y el baldeo de calles son buenos ejemplos de ello.
La búsqueda de acuíferos profundos mediante sondeos electromagnéticos, la previsión de puesta en valor de sondeos en diferentes puntos de la ciudad, el control y reducción del agua empleada en las tareas de la empresa o los planes de educación ambiental para un consumo responsable complementa un programa de gestión de vanguardia.
Tal es así que Aguas de Cádiz ha elaborado un Plan de Gestión de Riesgo por Sequía que ha convertido a la ciudad de Cádiz en la primera de la Demarcación Hidrográfica Guadalete-Barbate en contar con un plan que es obligatorio por ley y que contempla medidas paliativas que están totalmente imbricadas con el cambio climático.
Además, Aguas de Cádiz ha colaborado con la Guía Metodológica para la Elaboración de Planes Municipales frente al Cambio Climático que ha elaborado AMA Natura-Ecologistas en Acción, destinada a los responsables políticos y técnicos de los ayuntamientos gaditanos y que pretende servir de información y sensibilización municipal sobre el cambio climático.
