José Manuel Rodríguez vive una situación angustiosa. Con una pierna amputada desde hace un año, este hombre residente en el pasaje Don Adolfo de La Línea no sólo tiene prácticamente imposible poder salir a la calle, sino que ni tan siquiera puede ir ya a rehabilitación ante el aparente olvido que sufre por parte del servicio de ambulancias.
Su hija, Sonia Rodríguez, se puso ayer en contacto con los medios de comunicación de la comarca para denunciar que “llevamos dos semanas sin poder ir a rehabilitación porque no hay ambulancias suficientes para recogerlo”.
Se da la circunstancia de que José Manuel vive en un primer piso, sin ascensor, y necesita la fuerza de dos hombres para bajar las escaleras, por lo que le es absolutamente indispensable el transporte sanitario para poder acudir a las sesiones, tres veces por semana.
Antes, aseguran que las ambulancias le transportaban al hospital con la regularidad deseada. Toda esta frustración se acrecienta porque, según la hija del afectado, la amputación de la pierna de José Manuel se produjo por una supuesta “negligencia médica”.
José Manuel relata que ya cuenta “con una prótesis, que allí me la ponen y hago ejercicios, para poder ir acostumbrándome a usarla”, pero se lamenta de que al haberse perdido varias sesiones está dando pasos atrás en su recuperación.
Sonia ha puesto ya varias reclamaciones ante el Servicio Andaluz de Salud (SAS): “Sus familiares no podemos bajarlo...hasta cuándo tanta poca vergüenza porque ahora no es Covid,creo que ante todo somos personas y esto no debería ocurrir”, señala. Este diario contactó con el Área Sanitaria Este, del que depende el hospital linense, sin obtener por ahora respuesta sobre esta cuestión.