Con una semana de retraso pero, al fin, llegan las explicaciones. El concejal del PA, Manuel Guerrero, ofreció ayer una rueda de prensa para justificar el que, sin duda, fue uno de los gestos más criticados del Pleno del pasado sábado, en el que se resolvió la moción de censura presentada por PSOE, PSA e IU contra el Gobierno que hasta entonces formaban PP, PA y dos ediles apartados de IU. Cabe recordar que el edil andalucista, que presidía la mesa como concejal de mayor edad, no quiso entregar el bastón de mando al nuevo alcalde, José María Román, y lo tiró sobre la mesa. Este gesto de desprecio fue recogido por numerosos medios de comunicación, incluso de tirada nacional.
Ante esto, Guerrero matizaba ayer que “no es cierto” que tirase el bastón de mando sobre la mesa, sino que lo “dejó caer”. A su juicio, en los vídeos “se ve perfectamente” cómo lo pone encima de la mesa. Según Guerrero, el fuerte ruido que se oyó fue “porque estaban los micros encendidos y mirando hacia abajo”.
El edil señala que no entregó el bastón en mano al nuevo alcalde “porque la moción de censura no fue ética ni justificable”. Además asegura que lleva “cuatro años” recibiendo “presiones” personales. “Me han hecho mucho daño a mi familia y a mí, y mi cuerpo me pedía que no le diera ni el bastón ni la mano a Román”, explicó Guerrero. El concejal asegura que su partido tenía conocimiento de todo lo que pensaba hacer y lo apoyaba. Es por ello que no se arrepiente de nada, es más, confiesa que si volviera atrás, “lo volvería a hacer igual”.