El director general de Pesca y Acuicultura, José Manuel Martínez, ha mantenido un encuentro telemático con representantes del sector pesquero en el que han acordado mantener el cierre preventivo de tres zonas de producción de mariscos bivalvos del litoral gaditano (Palmones, La Línea-Bahía y La Atunara-La Alcaidesa) “para garantizar la máxima seguridad alimentaria” tras el vertido de combustible registrado la semana pasada frente a Gibraltar como consecuencia del choque de dos barcos. Los participantes en la reunión han consensuado también que se proceda a la reapertura de estas áreas cuando los informes así lo aconsejen y han apuntado la necesidad de solicitar al Estado ayudas “de carácter extraordinario y urgente” para los armadores y tripulantes afectados.
En concreto, han participado en esta reunión de trabajo el presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), José María Gallart; el presidente de la Federación Andaluza de Cofradías Pesqueras (Facope), Manuel Fernández; y el gerente de la Organización de Productores Pesqueros (OPP) 72, Nicolás Fernández.
En su intervención, José Manuel Martínez ha trasladado al sector pesquero el apoyo de la Junta de Andalucía y su voluntad de buscar la “máxima coordinación para hacer frente a una situación que nos preocupa, fundamentalmente, a medio plazo, ya que, si bien actualmente no se está viendo afectado el medio marino, desconocemos qué puede ocurrir más adelante”. “Como hemos venido haciendo en los últimos cuatro años, desde la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural apostamos por el diálogo continuo y directo con los profesionales del sector para poder conocer, de primera mano, qué necesitan y en qué podemos ayudarles”, ha recalcado.
Así, Martínez ha comentado con los asistentes que la Junta está actuando desde el primer momento en que se produjo el accidente a través de los controles que los técnicos de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera (Agapa) y de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya) están llevando a cabo para poner la máxima información posible a disposición de la Dirección General de Pesca y de la Secretaría General del Agua, departamentos implicados en la vigilancia de las aguas interiores de Andalucía. En cuanto a las aguas exteriores, la competencia recae en el Gobierno central.
Para realizar el seguimiento de la zona, el Ejecutivo andaluz está llevando a cabo los análisis que establece el protocolo de actuación en este tipo de situaciones con el fin de valorar si podría producirse alguna afección como consecuencia del vertido. “De forma preventiva, se ha suspensión temporalmente la actividad marisquera en tres zonas de producción de moluscos bivalvos del litoral gaditano con el fin de evitar posibles riesgos”, ha afirmado José Manuel Martínez, quien ha explicado que en estas áreas suelen faenar alrededor de 30 barcos que se dedican a esta pesca. Respecto al proceso de análisis, el director general ha recordado que, “aunque las primeras muestras apuntan a que el medio marino no se ha visto afectado, es preciso volver a repetirlas 48 horas después y tener en cuenta también que existen factores que podrían influir la evolución de la situación como, por ejemplo, los vientos y las corrientes marinas”.
En el caso de la pesca, la actividad continúa de forma habitual dado que el Estado, administración competente en este caso, no ha establecido ninguna limitación al respecto. De hecho, la medida adoptada por la Junta responde a la peculiar condición de los moluscos bivalvos, que son más sensibles a la posible presencia de toxinas.
En cuanto a la relación entre Administraciones, José Manuel Martínez ha puesto al servicio del Ministerio de Pesca los datos que estén a disposición de la Junta y que puedan ser de interés para la valoración del Estado en relación a este asunto. “Estamos colaborando con el Gobierno central en todo lo que está en nuestra mano para facilitar que los andaluces que vean alterada su actividad puedan recibir el apoyo que merecen por parte de todas las instituciones”, ha subrayado.
