La pasión se adueñó de las céntricas calles chiclaneras en una tarde noche apacible y serena
Ambiente solemne y devoto en la emblemática Plaza Mayor. Olor a incienso y cera anuncian la salida de Jesús Cautivo y Rescatado ante Pilatos en el pretorio, de la parroquia San Juan Bautista, al son de tambores y cornetas en Miércoles Santo. Y tras él, María Santísima de los Dolores, sobre un lecho de flores blancas, vive con angustia y sufrimiento la esclavitud de su hijo, al son de las más armónicas marchas procesionales, interpretadas por la banda municipal Maestro Enrique Montero de Chiclana.
La pasión se adueñó de las céntricas calles chiclaneras en una tarde noche apacible y serena. Afloraron los sentimientos y la devoción se asentó en los rostros de hermanos, fieles y cofrades, desconsolados ante el sufrimiento de Jesús.