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Multitudinaria procesión en el 40º aniversario del denominado Milagro de Guadiaro

Se conmemora lo ocurrido el 29 de mayo de 1983, cuando se derrumbó la Parroquia Nuestra Señora del Rosario sin daños personales

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  • Procesión de la Virgen de los Dolores en Guadiaro. -

Guadiaro ha celebrado este lunes 29 de mayo los 40 años de la caída de la iglesia con una procesión a la que han acudido numerosos vecinos para, un año más, agradecerle a la Virgen de los Dolores lo que muchos consideran un milagro. A la procesión han asistido el teniente alcalde en funciones del Valle del Guadiaro, Óscar Ledesma, junto a las concejales en funciones, Belén Jiménez y María del Mar Collado, esta última de tradiciones de San Roque.

Se conmemora con esta procesión lo ocurrido el 29 de mayo de 1983, cuando se derrumbó la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, instantes después de celebrarse la primera comunión de 52 niños. Ninguna persona resultó herida.

Por este motivo y en agradecimiento la Virgen de los Dolores ha recorrido a partir de las 19 horas, las calles de la barriada, tras la celebración de la Misa en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, en dirección al Santuario de la Divina Misericordia.

Esta celebración cuenta con la organización de la Comunidad parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Guadiaro y del grupo de devotos de Nuestra Señora de los Dolores y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo.

La procesión ha contado con el acompañamiento de la Banda de Música de la Asociación Cultural “Maestro Infantes” de Los Barrios, y en la misma colabora el Ayuntamiento de San Roque, a través de la Delegación de Tradiciones.

El 29 de mayo de 1983, los 52 niños que hacían la Primera Comunión, así como el resto de personas que llenaban la antigua iglesia de Guadiaro no salían de su asombro al ver cómo la misma se derrumbaba apenas unos minutos después de que todos la abandonaran.

Como consecuencia del milagroso suceso en el que nadie resultó herido, los ciudadanos de la barriada guadiareña llevan todos los años por estas fechas en procesión a la Virgen de los Dolores por las calles de la barriada en agradecimiento.

La iglesia se acababa de construir, y ese día se desarrolló la Eucaristía con total normalidad y cuando salió la última persona cayó el primer ladrillo y luego se derrumbó todo, quedando en pie tan sólo la Virgen y la luz encendida del Sagrario.

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