“Cuando llevamos el pescado a Conil nos miran como si fuéramos lobos”, se lamenta el presidente de la asociación, Jesús Gómez, mientras asegura que “no hemos cortado el puerto de Conil para evitar una guerra, pero los políticos tienen que dar una solución a la pesca artesanal de Sancti Petri”.
Todo el problema surge, según los pescadores profesionales, tras la orden ministerial de 2005 de conservación sostenible de la pesquería del pulpo que indica que “hacia el sur no se puede pescar ni con nasas, cuando es legal en toda España menos aquí”, explica el presidente de las asociación de pescadores.
Gómez asegura que cuentan con el apoyo de la Federación Andaluz de Pescadores Artesanales “y los compañeros de Huelva, Chipiona, Rota y Cádiz, todos en contra de la orden”.
Los pescadores profesionales de Sancti Petri denuncian también la utilización por los pescadores de Conil en la pesca del pulpo del chivo, un arte que hunde en el mar un tubo lleno del plomo y anzuelos “y que sólo se usa en Conil estando prohibido en el resto de la costa española”.
Además, indica Gómez, “el chivo es muy contaminante puesto que se puede perder y se queda en el fondo cargado de plomo”.
Las 19 empresas de pesca artesanal con base en Sancti Petri tienen en el pulpo, ahora en parada biológica, uno de sus mejores productos. Las capturas se completan con corvinas, pargos, doradas, urtas, lubinas, borriquetes, lenguados y chocos, capturados con redes o palangre.